El chavismo aceptó un contacto del gendarme con su familia, tras una gestión de dirigentes argentinos vinculados a Maduro
Ayer a las 05:53 PM
Dos semanas después de la detención del gendarme Nahuel Gallo en Venezuela, autorizado por el Gobierno para visitar su familia, pero acusado por el régimen de Nicolás Maduro de ser parte de un "plan" para sacar a los opositores asilados en la residencia de la embajada argentina, el chavismo flexibilizó las condiciones de detención del gendarme. Según dirigentes del kirchnerismo, el chavismo autorizó el intercambio de cartas entre Gallo y su familia, que ya se produjo.
Según pudo saber LA NACION, habrían participado de las negociaciones el exembajador en Venezuela Oscar Laborde y el dirigente social Juan Grabois, aunque este último hizo saber que "no confirma ni desmiente" la información, y que "todo lo que haga será consensuado con la familia" de Gallo.
Mientras tanto, desde la Cancillería argentina afirmaron no tener registro de ningún contacto, aunque expresaron su deseo de que las gestiones "sean ciertas". Las fuentes oficiales consultadas por este diario abundaron: "En estos casos no hay banderas políticas, solo la Argentina".
Con un ojo puesto en Caracas, y mientras monitorean "minuto a minuto" lo que consideran una situación "inestable" y "peligrosa", la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el canciller Gerardo Werthein intentan por estas horas reforzar los puentes con terceros países para lograr la liberación del gendarme Nahuel Gallo.
Mientras las negociaciones siguen, y luego de que uno de los seis asilados, Fernando Martínez Mottola, se entregara de modo sorpresivo a la Justicia venezolana, en el Gobierno hay una certeza: Maduro y su número 2, Diosdado Cabello, intentarán retener a Gallo al menos hasta el 10 del mes próximo, día en el que está prevista la ceremonia asunción del cuestionado presidente venezolano para un nuevo período de seis años de gobierno.
"Ellos, obviamente, van a intentar que sea así, pero estamos trabajando para tener resultados antes", comentó a LA NACION una alta fuente del Gobierno. Desde la Casa Rosada, la Cancillería y el Ministerio de Seguridad hablan de "chantaje", y afirman que la detención de Gallo y otras decenas de dirigentes de otros países tiene por objetivo lograr que esas naciones reconozcan el triunfo de Maduro en las elecciones del 28 de julio pasado, seriamente cuestionadas por la oposición y buena parte de la comunidad internacional.
La sorpresiva salida de Martínez Mottola, el único de los asilados que no respondía a la conducción de María Corina Machado, despertó sospechas en la oposición venezolana, y también en el Gobierno. "¿Qué otra opción tenía? Es una persona mayor, nada es por propia voluntad en ese contexto", explicaban a este diario cerca de Machado, justificando la decisión del ya ex asilado en la embajada argentina, hoy bajo bandera brasileña por la expulsión del cuerpo diplomático argentino, decidida en agosto pasado por Maduro.
"Brasil nos está ayudando, se está trabajando muy bien", cuentan desde el Palacio San Martín, decididos a reconocer las tratativas de la diplomacia de Luiz Inácio Lula da Silva para resolver la situación de Gallo y los asilados, en el contexto de un vínculo cortado entre Argentina y Venezuela. "No negociamos con ellos, ni vamos a negociar. Pueden pedir cualquier cosa, pero no nos sentamos con una dictadura", repiten cerca del Presidente.
La referencia no es casual, ya que, como adelantó LA NACION el miércoles, el régimen de Maduro exigió, durante la gestión de Diana Mondino al frente de la cancillería, la liberación de la dirigente social jujeña Milagro Sala, como condición para entregar el salvoconducto a los asilados, que entonces eran seis y hoy son cinco. En relación al gendarme, Cabello denunció que Gallo venía a "cumplir una misión", descreyó de que se tratase de un viaje de índole familiar, y denunció que el joven integrante de la fuerza de seguridad tenía participación en un supuesto plan para rescatar a los asilados de la residencia argentina.
El ex embajador argentino en Venezuela durante el kirchnerismo, Oscar Laborde, suscribió esa tesis y apuntó contra la ministra de Seguridad, a la que acusó de "mentir" sobre los objetivos del viaje del gendarme. Afirmó, en un posteo de la red X, y en base a información que no especificó pero en línea con el chavismo, que la esposa "real" de Gallo "vive en Mendoza y se llama Andrea de Santiago".
Contención presidencial
Desde el Gobierno califican de "delirio" esta versión, y reiteran que Gallo llegó desde Colombia a Venezuela para visitar a parte de su familia. El presidente Javier Milei se reunió, el jueves en el hotel Sheraton de Tucumán, con la madre y dos hermanos del gendarme nacido en Catamarca, días después de que el gobernador de esa provincia, Raúl Jalil, les hubiese prometido gestionar un encuentro con el Presidente. "El presidente manifestó su apoyo en este angustiante momento y remarcó que se están realizando todos los esfuerzos diplomáticos y legales para exigir la liberación de Nahuel", escribió el jueves por la noche Jalil, convertido en otro de los protagonistas del caso. En el encuentro, según pudo saber LA NACION, Milei intentó tranquilizar a la familia y sumó como un punto a favor que Gallo hubiera sido "blanqueado" por el régimen chavista, un dato clave que-según él-aseguraba que su vida no corría peligro. Jalil y Griselda Heredia, madre del gendarme, enviaron esta semana una carta al Papa Francisco, en la que además de desearle un feliz cumpleaños (cumplió 88 el pasado martes) le solicitan que "interceda" ante el gobierno venezolano, "a fin de encontrar una solución que traiga paz a la familia".
Mientras las tratativas continúan, Maduro prepara su ceremonia de asunción, cuando asumirá un nuevo mandato "en paz y tranquilidad". Con la cerrada negativa a reconocer su triunfo por parte de Argentina, Brasil, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, se prevé que, de todos modos, asistirán representantes de 50 países, entre ellos Cuba, Nicaragua y Rusia, que expresó a través de una conversación entre el canciller Serguei Lavrov y su par de Venezuela, Yván Gil, su apoyo al mandatario venezolano "en vísperas de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro para un nuevo mandato", según informó la agencia rusa Sputnik, el viernes.