Netflix Argentina estrenó un drama basado en hechos reales que está en el Top 10 y no te dejará levantar del sillón
Ayer a las 10:21 AM
Netflix Argentina estrenó una película emotiva que se convirtió rápidamente en una de las más vistas de la semana y logró posicionarse en el Top 10 de la plataforma. Se trata de Joy, la historia del primer bebé fecundado por fertilización in vitro. En medio de un domingo lluvioso en el Gran Buenos Aires,este largometraje histórico no te dejará levantarte del sillón hasta el final.
La cinematografía basada en hechos reales atrapó a los espectadores que la llevaron a lo más alto, no solo en la Argentina, sino también en otros países como Inglaterra. Tiene una duración de poco más de dos horas y retrata uno de los momentos científicos más importantes en la historia de la humanidad, cuando por fin, después de diferentes pruebas fallidas, se logró la primera fertilización asistida.
De qué trata Joy
El film fue dirigido por Ben Taylor (Sex Education) y creado por Jack Thorne y Rachel Mason. La historia relata el caso de Louise Joy Brown, la primera bebé nacida tras una fertilización in vitro (FIV) en 1978. Aquella pequeña fue el resultado de más de dos décadas de trabajo en conjunto con científicos, cirujanos y embriólogos. Desde ese entonces, muchas personas lograron construir una familia como lo deseaban.
Esta película es contada desde la perspectiva de la enfermera y embrióloga, Jean Purdy, a quien contrataron para ser partícipe del experimento. La joven trabajó codo a codo con el científico Robert Edwards y el cirujano Patrick Steptoe.
El elenco de Joy está compuesto por Thomasin McKenzie, quien hace de Jean Purdy; James Norton, de Robert Edwards, y Bill Nighy de Patrick Steptoe.
La historia detrás de Joy
El largometraje muestra las dificultades que tuvo que enfrentar el trío para alcanzar su objetivo primo. Entre ellos, la imposibilidad de ver a sus familias por el tiempo que les demandó la investigación.
Incluso, fueron criticados por la Iglesia, el Estado y la prensa, por querer experimentar con un óvulo y un esperma por fuera del proceso natural de fertilización entre un hombre y una mujer. La religión los acusaba de interferir en "los planes de Dios", mientras que en los medios de comunicación calificaron a Edwards como el "doctor Frankenstein".
Por este motivo, el equipo no recibió financiamiento y mantuvieron las pruebas con su propio dinero. Además, el hospital Kershaw's Cottage en la ciudad de Oldham, Gran Manchester, les concedió un permiso para hacer los estudios correspondientes allí en su tiempo libre.
Purdy dirigió los laboratorios, registró los datos y actuó como confidente de las pacientes voluntarias del ensayo que buscaban de forma desesperada tener hijos. A pesar de que lidió con el machismo de la época y la discriminación dentro de un campo de trabajo dominado por hombres, se la incluyó en los artículos científicos como coautora en 1970 y 1985.
Luego de la llegada de Joy, Purdy fue una de las pocas personas en presenciar la división celular exitosa de un embrión y estuvo presente en el nacimiento del primer niño por FIV de Inglaterra, Alistair MacDonald.
Aunque la invención de los científicos tuvo resultados buenos y derribaron los mitos acerca de que los bebés nacerían con malformaciones, el Estado no les proveyó de ayuda para aplicar el procedimiento en el sistema de salud pública de Inglaterra. En 1980, Purdy adquirió una mansión en Cambridge y la fundó como la primera clínica privada para realizar fecundación in vitro.
"Como ocurre con tantas mujeres, su papel había sido pasado por alto. Es una historia que no se había contado, y tanto Bob [Edwards] como Patrick [Steptoe] estaban muy interesados en que se reconociera a Jean", dijo el director de la película al medioTudum de Netflix, antes del estreno de Joy.