Bahar recuerda el momento que perdió su vida para cuidar a los demás: "Ahora solo me queda llorar"
12/16/2024 06:34 PM
Bahar ha recordado su pasado, cuando hace 20 años dejó
atrás su carrera para cuidar al padre de Timur, Uraz, a quien siempre consideró
como un padre. Aquella decisión fue una de las
más dolorosas de su vida y, a lo largo de los años, ha sentido cómo su propio
sueño se ha ido desvaneciendo entre los sacrificios familiares.
Fue en una conversación entre Timur y Nevra donde Bahar
escuchó, por accidente, que ella tenía derecho a vivir su propia vida. Sin
embargo, sintiéndose atrapada por las circunstancias, se vio obligada a
quedarse en casa y renunciar a lo que había soñado.
Mientras Bahar lidiaba con su propio dolor, Rengin
también ha roto a llorar al recordar el primer premio que recibió hace 20 años
como ginecóloga del año, un logro que marcó el comienzo de su carrera, pero que
ahora parece cada vez más lejano, como un sueño de otro tiempo. Ambas mujeres
comparten un sentimiento común: el de haber sido apartadas de lo que deseaban.
Bahar comenzó a trabajar nuevamente después de la
llegada de su bebé, pero nunca contó con el apoyo que necesitaba. Timur la
empujó a dejar su trabajo y, ahora, se encuentra en una situación similar. Los
problemas en el trabajo, la presión de su marido, Rengin, y la constante carga
de Seren sobre sus hombros la están empujando a renunciar una vez más.
Sentada en el suelo, Bahar ha reflexionado sobre todo
lo que ha vivido con Timur, consciente de que, a pesar de los esfuerzos y el
tiempo invertido en su matrimonio, las cosas no han mejorado. "No he
olvidado lo mal que nos hemos tratado, nos hemos consumido. Hemos recorrido un
largo camino, eterno, y cuanto más avanzo, más me doy cuenta de que no podemos
seguir juntos".
La impotencia de Bahar para decir lo que siente, como
si hubiera llegado a un punto donde ya no puede ni siquiera verbalizar el dolor
que lleva dentro, ha quedado clara en esta frase: "hay cosas que soy incapaz de
expresar y soy incapaz de hacerlo. Mis alas se han helado".
Y, en ese momento, con el peso del mundo sobre sus
hombros, Bahar ha susurrado para sí misma: "Ahora solo me queda
llorar".