
Volcán Turrialba: espectaculares imágenes con dron a 10 años de la gran erupción del 2015

03/15/2025 11:15 AM
Diez años han pasado desde que el volcán Turrialba sorprendiera a Costa Rica con una erupción histórica. Hoy, la cima revela las huellas de ese evento y la lenta regeneración de su páramo.
El volcán Turrialba, con una altitud de 3.340 metros, es el segundo volcán más alto del país, superado únicamente por el volcán Irazú, que alcanza los 3.432 metros. Está ubicado 24 kilómetros al noroeste de la ciudad de Turrialba, en Cartago.
El día en el que la ceniza cubrió Costa Rica
El 12 de marzo de 2015, el volcán Turrialba protagonizó una de las erupciones más significativas en la historia reciente de Costa Rica. Fue la más importante registrada desde 1996.
Era jueves, 11:00 a. m. Una columna de ceniza se elevó 2,5 kilómetros sobre el cráter, afectando a otras zonas de la Gran Área Metropolitana. Hubo reportes desde San José y Heredia.
Un día después, el 13 de marzo, la Comisión Nacional de Emergencias ordenó el cierre de las vías de acceso en los sectores de La Pastora, La Central y Las Virtudes de Turrialba. Además, se activaron los comités de emergencia municipales para evacuar a las personas que vivían en las cercanías del volcán, así como trasladar y poner a salvo animales domésticos como caballos, vacas, perros y gallinas.
Las cenizas lanzadas por el coloso provocaron también el cierre del aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Una mirada desde las alturas, 10 años después
Una década después, el 12 de marzo de 2025, el fotógrafo José Francisco Cordero se acercó a las faldas del Turrialba para captar con su dron la transformación del paisaje.
Las imágenes muestran una cima que, aunque aún marcada por la erosión y la lava endurecida, está en proceso de recuperación.
El flanco suroeste, uno de los más afectados, evidencia una lenta regeneración de la vegetación.
La lenta regeneración del páramo
El vulcanólogo Guillermo Alvarado explicó que antes de las erupciones, el páramo del Turrialba se extendía por 465 hectáreas. Sin embargo, las erupciones entre 2014 y 2017 arrasaron con 169 hectáreas de vegetación, sobre todo en las zonas a más de 3.100 metros de altitud.
Hoy, la naturaleza lucha por recuperar ese terreno, aunque el proceso es lento debido a la formación de capas de "pavimento volcánico", una superficie endurecida que dificulta el desarrollo de nuevas plantas.
"La recuperación es evidente, pero no tan rápida como uno desearía. La vegetación está retornando poco a poco, adaptándose a las condiciones del suelo", explicó Alvarado.
Un paisaje en constante cambio
El volcán Turrialba, con sus 3.329 metros de altura, sigue siendo objeto de estudio y monitoreo constante. Las imágenes captadas y los análisis científicos aportan una visión detallada del proceso de recuperación, ofreciendo una ventana al dinamismo de los ecosistemas volcánicos y recordando la importancia de la resiliencia de la naturaleza.
Hoy, a diez años de aquella gran erupción, la cima del Turrialba es testimonio de la fuerza de la vida, que persiste y se abre paso incluso sobre el suelo endurecido de un volcán.