La barrera cultural se rompe en el Festival Gnaoua de Essaouira

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Entre las murallas de Essaouira (Marruecos) está floreciendo en estos días el contraste cultural, la pluralidad sonora y estilística. Existen unos días de referencia en Marruecos a nivel musical, y hoy es el primero de ellos. Entre el 27 y el 29 de junio, se celebra el Festival Gnaoua y Músicas del Mundo de Essaouira. Un certamen que celebra 25 años como un ejemplo de unión, de intercambio y de experimentación, a través del trabajo de diversos creadores o de varios "Maâlem" o maestros artísticos. Entre las calles de Essaouira, entre sus pieles y coloridas alfombras, resuena el griterío de las gaviotas, icónica banda sonora de la localidad marroquí, y que se mezcla con las diferentes músicas repartidas por los diversos escenarios. Este jueves arranca el festival con una cabalgata de apertura, a la que le seguirán diversos conciertos bajo una premisa: la música es plural y un lenguaje universal.

Los españoles Niño de los Reyes y Sergio Martínez son algunos de los artistas que inauguran esta cita de integración artística: actúan en el Escenario Moulay Hassan -el principal del certamen-, junto a Maâlem Hassan Boussou y Maâlem Moulay El Tayeb Dehbi, así como junto a la banda brasileña Ilê Aiyê. Un ejemplo de cómo en este festival las barreras culturales se rompen, las fronteras se disipan, y la comunión y tolerancia abundan a través del libre arte de la música. "Este festival ha permitido que un arte ancestral -la música gnaoua, considerada Patrimonio Inmaterial por la Unesco- renazca y se reinvente, demostrando que el desarrollo a través de la cultura es posible", apunta Neila Tazi, productora del Festival.

En su 25ª edición, el Festival Gnaoua de Essaouira emerge como una cita ya consolidada a nivel internacional, y que funciona como emblema de la cultura marroquí y africana, pero también que atrae la atención e inspiración de artistas españoles o portugueses. De esta manera, el programa de este año cuenta con más de 400 artistas que ofrecerán "fusiones inéditas, que se han convertido en la marca registrada del Festival. Durante estos tres días, los asistentes al certamen serán invitados a bailar con ritmos de España, Senegal, Estados Unidos, Costa de Marfil, Brasil, Argelia y Palestina", resume la productora.

Nuevos talentos

El proyecto de este encuentro no es solo sobre los escenarios, sino que se ofrecen actividades paralelas, como exposiciones de arte, un foro de debate, así como un programa de formación. En colaboración con el Berklee College of Music, una de las instituciones musicales más prestigiosas del mundo, el Festival Gnaoua se estrena ofreciendo este año a los artistas que están comenzando en este mundo a aprender de la mano de grandes maestros. Una iniciativa, asegura Tazi, "que esperamos que sea el comienzo de una larga colaboración que permitirá hacer florecer nuevos talentos". Así como también lanzan por primera vez la creación de una cátedra dedicada a la cultura gnaoua en el Centro de Estudios Africanos de la Universidad Politécnica Mohammed VI, dirigida por el profesor Ali Benmakhlouf.

Se respira ya, por tanto, entre las murallas y calles de Essaouira una multiculturalidad inédita, un homenaje hacia la música y hacia su mayor característica como un arte que no entiende de ideologías o creencias, pero sí de emociones y sensaciones. Marruecos presume de su tradicional particularidad de ser una tierra que ha servido de fuente de inspiración, tanto para músicos de rock o jazz extranjeros como para los locales o de países vecinos africanos. Un lugar donde resuenan las obras de Jimmy Hendrix o Carlos Santana, y que llega a nuestro país como una interesante propuesta de laboratorio musical único y transigente.

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