Buenas decisiones y consistentes resultados fiscales

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Es llamativo, y lamentable, cómo medios de comunicación tratan de desprestigiar los esfuerzos de ordenamiento fiscal hechos por el Ministerio de Hacienda. El periódico La Nación, en su editorial del 16 de octubre, hace una serie de aseveraciones que demuestran, además de un escueto análisis, un pobre conocimiento sobre la realidad fiscal costarricense. Así, me veo en la obligación de refutar los argumentos presentados.

Primero, sobre el endeudamiento en moneda externa. Veamos los datos: entre marzo del 2023, cuando se realizó la primera colocación de eurobonos, y octubre del 2024, la tasa básica pasiva se redujo en 237 puntos base, al pasar del 6,63 % al 4,26 %, respectivamente.

Este efecto de traspaso obedeció, entre otros aspectos, a que Hacienda tenía una menor participación en el mercado local. Los eurobonos han permitido reducir las tasas de interés, lo que posibilitará una disminución en el monto de las cuotas de préstamos actuales y futuros.

Segundo, sobre la apreciación del tipo de cambio. El editorial omite, quizás por desconocimiento, indicar que, al primer semestre del 2024, el país experimentó un gran crecimiento en las exportaciones (un 7 %), en el sector turístico (un 15%) y en la inversión extranjera directa (un 42 %), fenómenos que aumentan la oferta de dólares y, por tanto, la dinámica del mercado cambiario.

Tercero, sobre la reducción del impuesto a la propiedad de vehículos. Incorrectamente, se asegura que el expediente aprobado (proyecto 23477) para disminuir este tributo fue impulsado por Hacienda. La iniciativa del Ministerio (proyecto 23761) era, además de fiscalmente neutra (no generaba un faltante en la recaudación), progresiva.

La Ley aprobada, propuesta por la oposición, fue la que tuvo mayor viabilidad política, a pesar de las advertencias sobre sus efectos fiscales.

Cuarto, sobre el incremento del gasto. Sin mayor explicación, el editorialista indica que la tasa de crecimiento del gasto sin intereses fue del 7,8 % a agosto del 2024. Curiosamente, omite indicar que esta variación se debe al pago retroactivo salarial a empleados públicos, a mayores transferencias corrientes (donde está gran parte del gasto social) y al incremento del gasto de capital, necesario para impulsar el crecimiento económico.

Quinto, sobre el cumplimiento de la regla fiscal. Malintencionadamente, el editorial señala que "no parece haber intención de cumplir con la regla fiscal". El argumento demuestra total desconocimiento del funcionamiento del instrumento, ya que la regla fiscal se cumple y verifica con el presupuesto de la República y no con su grado de ejecución.

Sexto, sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La Administración Chaves Robles cumplió con un amplio margen las metas fiscales cuantitativas con este organismo, sin la necesidad de crear nuevos impuestos. Este desempeño le abrió las puestas a Costa Rica para ser el primer país en el mundo en acceder al servicio de resiliencia y sostenibilidad, el cual también fue honrado en su totalidad.

¿Qué han significado las "malas decisiones" de Hacienda para las finanzas públicas? Nuestras decisiones permitieron honrar el acuerdo con el FMI sin necesidad de crear nuevos impuestos (algo que sí prometió la Administración anterior). Nuestras decisiones se tradujeron en una mejora de la calificación crediticia otorgada por las agencias calificadoras de riesgo internacionales más importantes.

Nuestras decisiones han llevado la percepción de riesgo de inversionistas internacionales a mínimos históricos. Nuestras decisiones están reduciendo la deuda pública. Nuestras decisiones están haciendo algo diferente y bueno por Costa Rica; aunque algunos no lo quieran aceptar.

Dato mata relato. ¿A cuáles pobres resultados fiscales hará mención el editorial? ¿Será acaso a que en el 2022, el 2023 y durante todo el 2024, después de casi 13 años, se ha logrado tener balances primarios positivos? ¿O al crecimiento del gasto sin intereses, de apenas un 0,6 % entre el 2022 y el 2023, uno de los más bajos registrados? ¿O a que mientras entre el 2010 y el 2021 la deuda del Gobierno Central aumentó en 39 puntos porcentuales (p. p.) del producto interno bruto (PIB) esta Administración ha logrado reducirla en 6,5 p. p. del PIB? ¿O quizás esté refiriéndose a la disminución en las tasas de interés asignadas en subasta, en hasta 378 puntos base? ¿O tal vez se referirá a la reducción de los riesgos de refinanciamiento, gracias al alargamiento de los plazos de la deuda del Gobierno Central?

Lo mínimo que merece Costa Rica es un debate responsable y honesto, basado en datos y evidencia. Es muy cómodo creer que la política fiscal es un juego de sumas y restas. Una visión parcial del equilibrio fiscal genera un análisis irresponsable, al tiempo que distorsiona el debate público.

Nogui Acosta Jaén es ministro de Hacienda.

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