Simplificar el sistema tributario

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El gobierno nacional ha hecho saber que está trabajando en una reforma impositiva que contemplará una importante reducción en la exorbitante cantidad de tributos que cargan los contribuyentes sobre sus espaldas.

La sociedad ha recibido con beneplácito la noticia, en razón de la complejidad de nuestro sistema tributario y, más aún, considerando que apenas el 10% del conjunto de los impuestos aportan el 91% de la recaudación fiscal total.

Según el esbozo presentado por el presidente Javier Milei al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, el Estado nacional establecerá un piso mínimo para cada impuesto, sustancialmente inferior al actual, de manera que las provincias puedan elevarlo a su criterio, con la intención de generar una competencia fiscal entre ellas.

En las últimas décadas, se crearon impuestos distorsivos, contrarios a la teoría económica, según la cual los tributos no deben tergiversar las decisiones referidas al trabajo, la inversión y la producción.

Nuestro sistema tributario presenta una importante cantidad de impuestos distorsivos, tanto en el orden nacional (impuesto al cheque, cargas sociales, impuestos al comercio exterior e internos), en el orden provincial (ingresos brutos y sellos) y en el municipal (tasas de comercio e industria). Tienen un alto impacto en la presión fiscal total, con lo cual impulsar el crecimiento económico requiere de una importante minimización de estas cargas anómalas.

El anuncio oficial de una simplificación del sistema es una buena noticia, como también lo fue que los consumidores puedan comenzar a observar en los tickets la carga fiscal que tienen los productos que compran. Su resultado facilitaría el cumplimiento, reduciría costos, estimularía la actividad económica y lograría mayor equidad y transparencia.

Son conocidos los propósitos de todo sistema tributario: financiar el gasto público, contribuir a la distribución de la riqueza, generar los menores obstáculos al desarrollo económico y facilitar la recaudación por parte del fisco y el cumplimiento por parte de los contribuyentes.

La simplificación tributaria es hoy una indudable prioridad, con una reducción de costos a los contribuyentes, contribuyendo a mejorar la eficacia y rentabilidad de las empresas, favoreciendo al sector productivo.

Sin embargo, la simplificación tributaria es solo una parte del tema, que requiere un minucioso análisis de la estructura, aplicación y funcionamiento de sistema tributario en su conjunto.

La pretendida simplificación impositiva requiere además del análisis de la legislación tributaria y también de las reglamentaciones, instrucciones y circulares existentes.

Es hora de no recurrir a recetas ya ensayadas, que no han dado resultados positivos, sino de asumir una mirada novedosa y moderna del sistema tributario, adoptando nuevas posiciones, como la aplicación de un IVA en tres niveles de gobierno, reemplazando a los nocivos impuestos sobre los ingresos brutos y tasas municipales, como ocurrió recientemente en la reforma tributaria de Brasil.

Más allá de todo, se requiere una adecuada coordinación de la política tributaria en los tres niveles de gobierno, mejorando la administración fiscal y la recaudación.

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