Salma Hayek y Nicole Kidman vivieron un incómodo momento en un desfile

Nicole Kidman y Salma Hayek llamaron la atención de todos durante el último desfile de Balenciaga, realizado en el marco de la semana de la moda de París, en donde protagonizaron un incómodo momento tanto en la alfombra roja como durante el evento.

El incidente, que quedó registrado por las cámaras presentes en el lugar, levantó numerosas especulaciones. Según se puede ver, Kidman parece rechazar un intento de Hayek para posar juntas. La actriz de Big Little Lies, de 57 años, y la estrella de Frida, de 58, estaban paradas junto a la cantante Katy Perry cuando Hayek gira y toma a Kidman del brazo para que se dé vuelta y así poder posar también para los fotógrafos que tenían detrás de ellas.

Sin embargo, Kidman parece enojarse por la situación, aparta la mano de Hayek, le dice "no me toques", antes de despedirse de Perry con un beso y marcharse hacia el interior del edificio, en donde se iba a realizar el desfile. El momento, captado por los fotógrafos, suscitó rumores de tensión entre las dos actrices.

Las dos mujeres cumplen un rol muy importante dentro de Balenciaga: mientras Kidman es embajadora de la marca, Hayek no se pierde un evento del grupo Kering porque está casada con su presidente, el francés François-Henri Pinault. Durante el desfile, ambas estuvieron sentadas en primera fila, a tan solo una butaca de distancia.

Aunque la situación dejó perplejos a muchos, Hayek se encargó de desmentir los rumores de conflicto. Poco después del evento, la actriz mexicana compartió en las redes sociales una foto de la noche en la que etiquetó a Nicole, junto con un sincero pie de foto en el que elogiaba el desfile.

"Por fin, anoche, el gran final de mi Semana de la Moda de París 2025... Balenciaga y Demna dieron un espectáculo increíble", escribió Hayek, añadiendo el nombre de Nicole en una clara señal de que todo estaba bien entre ellas.

Una noticia dolorosa

Kidman, que asistió al desfile con un elegante vestido negro de cuello alto, medias transparentes y tacos aguja, hizo su primera aparición pública desde el fallecimiento de su madre, Janelle Ann Kidman, a comienzos de septiembre. La mujer, que tenía 84 años, murió dejando un gran vacío en la vida de la australiana. A pesar de que se mostró serena durante el evento, algunos especularon que su dolor puede haber influido en su comportamiento durante la noche, evitando estar mucho tiempo expuesta a los flashes.

La estrella de Hollywood se enteró de la triste noticia mientras participaba del festival de cine de Venecia, en donde fue nombrada como mejor actriz. Ni bien se enteró de los hechos, se tomó un vuelo de regreso a Australia para estar con su familia, y dejó un comunicado que leyeron de forma pública en donde agradecía el galardón y contaba el motivo de su ausencia. "Estoy en shock y tengo que ir con mi familia. Pero este premio es para ella. Ella me formó, me guio y me hizo ser lo que soy", dijo Kidman en un escrito leído por la directora holandesa de Babygirl, Halina Reijn. "La colisión entre la vida y el arte es desgarradora. Y hoy, mi corazón está roto", culminaba.

Unos días después, agradeció las muestras de afecto de la gente ante este difícil momento. "Mi hermana y yo junto con nuestra familia queremos darles las gracias por las muestras de cariño y amabilidad que hemos sentido esta semana", escribió la actriz en Instagram en un comunicado compartido con su hermana Antonia. "Cada mensaje que hemos recibido de aquellos que querían y admiraban a nuestra madre ha significado más para nosotros de lo que nunca seremos capaces de expresar. Gracias de parte de toda nuestra familia por respetar nuestra privacidad mientras nos cuidamos mutuamente".

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