Nuevo riesgo para jubilados, el blanco elegido por estafadores que siempre adaptan las tretas

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Adultos mayores están en la mira de redes de estafadores, que no tienen un mando común, pero si se prestan las tretas para facilitar los engaños. El llamado "cuento del tío" muta en su contenido de acuerdo con cada momento económico, aunque mantiene a los jubilados como sus blancos preferidos. Hoy uno de los fraudes más activos se mueve alrededor de subsidios para medicamentos. PAMI, incluso, advirtió sobre las trampas que empezaron a conocerse por denuncias de damnificados.

"Ante reclamos de nuestros afiliados sobre intentos de estafas telefónicas, por WhatsApp o redes sociales a nombre del Instituto, les recordamos que PAMI nunca se va a comunicar por dichos medios para solicitar datos personales, sensibles o bancarios", explicó el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados en su cuenta de la red social X.

Pocos días atrás, PAMI hizo pública esa alerta sobre potenciales estafas al consignar en sus redes sociales que "los afiliados tienen la libertad de iniciar todos sus trámites, incluyendo el subsidio de medicamentos, ingresando a la web o acercándose a su agencia asignada. PAMI no se contactará con ellos para solicitarles u ofrecerles iniciar ningún trámite".

Y se agregó: "Por último, advertimos que las credenciales no cambiaron. Si sospechás que estás siendo víctima de una estafa finalizá la comunicación de inmediato y hacé el reclamo llamando al 138 PAMI Escucha y Responde o a través de nuestros canales oficiales identificados con la tilde de verificación. Cortá con la estafa".

Aquellos que están atrás de esos trucos son timadores con experiencia, que montan verdaderos centros de comunicaciones delictivos para efectuar cientos de llamadas por día en espera de acertar un blanco, tal como lo muestran investigaciones recientes sobre esas bandas. En muchos casos se trató de clanes familiares de la comunidad gitana. El fraude adopta tres posibles líneas de acción: la obtención de datos para asumir la identidad de la víctima y acceder a créditos que el damnificado solo conocerá cuando se le reclame la deuda; la captura de información sobre cuentas bancarias, tarjetas de crédito o billeteras digitales que deriva en el vaciamiento de fondos, y –la acción de más riesgo para todas las partes– la recolección de dinero en un contacto directo con la persona que cae en la artimaña.

Una mujer de 79 años entregó por un ardid de esas características US$500.000 y otros valores a una persona que consideró enviado de su sobrina, y no se trata de un caso aislado un botín de ese monto, porque el año pasado una banda había logrado apropiarse de dinero y bienes por más de US$800.000 también con trucos sobre inestabilidad bancaria. Ahora la moda en esas estafas es adoptar el rol de un representante de PAMI que pide datos sensibles para facilitar el acceso gratuito a medicamentos.

La reiteración de esos eventos llevó a que la página web de PAMI exponga con la máxima visibilidad el aviso sobre estafas y los consejos para evitarlas. "Recordá que PAMI no te va a llamar ni escribir para iniciar ningún trámite", se indicó en el sitio oficial del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados. Se indicó, además que PAMI no tiene intermediarios en las redes sociales y se consignó: "Recordá que PAMI no promociona ni vende insumos".

Además se señaló que PAMI nunca llamará o se contactará para solicitar datos personales o bancarios, ni enviará links por WhatsApp o mensajes de texto.

Más allá de la situación con jubilados, otra maniobra usadas por los estafadores en estos días es comunicar sobre el inicio de una causa penal y pedir un pago para acceder al texto de la denuncia.

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