La firma de joyería 'made in Spain' que rompe moldes con sus originales piezas 100% artesanas y sostenibles

Muchas veces el ojo humano no es capaz de vislumbrar que hay detrás de determinadas obras de arte. Sucede con la joyería y las piezas que habitan en ella. "Procuro que mis joyas transmitan belleza, esa belleza que merecemos y que resalta nuestras facciones", apunta Marina García. Una intención que no revela el minucioso trabajo artesanal y sostenible que esconde cada una de sus creaciones. La suya es una firma de joyería 'made in Spain' que, fusionando la tradición con unos diseños singulares, rompe moldes y causa sensación entre esas mujeres que apuestan todo a las joyas.

La historia de su marca homónima no empezó con ella, fue su padre, Jesús García, quien comenzó esta andadura en la Zaragoza de 1959. Lo que el padre de Marina hacía era alta joyería en oro y diamantes. "Mis primeros recuerdos son de niña, fascinada con las creaciones de alta joyería de mi padre. Me probaba algunas piezas escogidas y corría al armario de mi madre a imaginar qué joyas podría añadir a sus vestidos", apunta.

Marina García. (Cortesía)

Su padre se pasaba toda la semana viajando, pero reservaba un día para pulir las joyas. "No dejaba que nadie lo hiciera, porque según él, nadie acababa las piezas con tanto mimo y esmero". Esa pasión por el mundo de la joyería es la que han heredado tres de sus cuatro hijos, Marina, Jorge y Julio, que hoy dirigen la empresa que un día levantó Jesús García. Ellos han logrado mantener el proceso de trabajo tradicional que les enseñó su padre, poniendo al día la marca bajo el nombre de Marina García. La alta joyería que amaba su padre y que ellos han mamado desde niños, esa que se sustenta en el oro y los diamantes, sigue presente en su catálogo, aunque son sus piezas en plata bañadas en rodio o en oro, los más vendidos de su catálogo.

Julio y Jorge trabajaron en la compañía junto a su padre, y Marina se incorporó después, cuando Jesús García falleció. "A finales de los 90 lanzamos mi primera joya y no se vendió ninguna unidad. No fue hasta 2004 cuando di rienda suelta a mi imaginario y comencé a crear las joyas que de verdad quería", detalla la directora creativa. Todavía en oro y diamantes, tendrían que pasar unos años más para dar el salto a la alta bisutería.

"En 2008 el sector de la joyería se enfrentó a una gran crisis mundial. Volviendo de un viaje por Alemania con mi hermano Jorge, él me propuso idear una colección de piezas de plata bañadas en oro. Al principio me costó, pero con el transcurso de los meses y viendo que las ventas seguían bajando, me animé y ahí iniciamos el cambio", explica para Vanitatis. Esa primera colección estuvo expuesta en una feria de joyería para profesionales y los distribuidores sintieron un flechazo, "todos me decían que necesitan esas piezas".

Un rechazo inicial por hacer ese tipo de joyas que, en palabras de Marina, "estaba influenciado por mi padre, no me dejaba llevar collares de playa y yo tenía que esconderlos debajo de mis prendas". Una vez que la aragonesa superó aquel lastre, su creatividad afloró de manera natural. "Mi filosofía en la joyería es puro hedonismo, poniendo los placeres de la vida en el centro. Es importante disfrutar de las joyas, las personas que me conocen saben que suelo recomendar comprar joyas si se va a disfrutar de ellas. Quiero que mis joyas sean capaces de conectar con cada persona y ser una extensión de la personalidad de la mujer actual".

Paz Vega con joyas de Marina García. (Gtres)

Así, poco a poco, Marina García se ha colado en las grandes alfombras rojas de nuestro país. En los Premios Latin Grammy con Paz Vega, Niña Pastori y Pasión Vega, en el Festival de Cine de Alicante con Belén Rueda, en el Festival Internacional Cannes Series con Mónica Cruz, o en el Festival de cine de Málaga con Elena Furiase y Vanesa Martín. Diferentes escenarios y siempre, un mismo resultado, las joyas de esta firma acaparando todos los 'flashes' de los fotógrafos.

También han desfilado sobre la pasarela. "Diseñar para Atelier Couture fue un punto de inflexión en mi carrera. Me demostró que no tengo que pensar para quién diseño, si va a gustar o no, solo tengo que dejar volar la imaginación y dar rienda suelta a mis fantasías".

Algo que no es casual y se debe a unas máximas muy definidas, sostenibilidad, artesanía y un proceso de creación minucioso, y a unos diseños originales. No hay joyas como las suyas. "Ahora la mujer está más empoderada de nunca. Presume de joyas y se atreve con todo", confiesa la diseñadora. Como bestsellers, los pendientes, en un sinfín de variedades: extralargos, trepadores, pares desiguales, gigantescos... No hay límites en el imaginario de Marina.

Marina García. (Cortesía)

"Antes de diseñar cada colección me siento inspirada por un detalle, por una forma o por una gema desde la que surge todo lo demás. Para mí el diseño es pura creatividad con plena atención sobre una idea inicial. Mi estilo personal tiene un punto chic y elegante, y esa feminidad se refleja en todas las piezas que diseño", un manifiesto que García prolonga temporada tras temporada. Un paisaje de un campo de trigo, una jornada de lluvia, una copa de champán... Todo lo que pasa por sus ojos es susceptible de ser transformado en una de las dos colecciones que lanzan al mercado cada temporada, una en primavera-verano, y otra en otoño-invierno.

Como línea permanente, la colección para novias. "Hay novias de todos los estilos y para todas, tenemos una joya. Para novias clásicas, victorianas, bohemias, románticas, imperiales, contemporáneas o minimalistas, todas encontrarán aquí su pieza".

Vanesa Martín con joyas de Marina García. (Gtres)

Marina García diseña todas las joyas sobre el papel y después son esculpidas en su taller de Zaragoza por manos de expertos joyeros. "Desde el boceto hasta la joya lista para mandar, puede pasar un mes", cuenta. Un proceso que Vanitatis tuvo el privilegio de conocer y ver en primera persona. Cómo cada profesional de la joyería que allí trabaja lleva a cabo su parte para crear la joya soñada, con sus manos y sin a penas maquinaria, para que el acabado final sea impecable. "La artesanía y la sostenibilidad son fundamentales en nuestra marca 'made in Spain'. No se desperdicia nada, todo se aprovecha". Al final logramos lo que al principio parecía imposible, que el ojo humano contemple y se maraville con lo que hay detrás de las pequeñas (y grandiosas) obras de arte que brotan de la mente de Marina. Gracias.

×