Descubren cómo el ejercicio físico puede fortalecer la memoria con una técnica infalible
Hoy a las 10:05 AM
Un equipo de científicos de la Universidad de Radboud (Países Bajos) y de la Universidad de Edimburgo (Escocia) analizó el impacto del ejercicio en el funcionamiento del hipocampo, una región del cerebro responsable, entre otras cuestiones, de la memoria. Gracias a un experimento con voluntarios, descubrieron que realizar actividad física después de estudiar mejora significativamente la retención de recuerdos.
Con el paso del tiempo, las funciones cognitivas del cerebro tienden a disminuir o incluso deteriorarse. Esto puede considerarse normal en algunos casos, mientras que en otros ocurre debido a enfermedades como la demencia y el Alzheimer, que afectan la salud de este órgano vital. Por ello, la medicina trabaja constantemente para desarrollar técnicas que permitan preservar la calidad de vida y la salud mental, incluso en la tercera edad.
Para investigar los beneficios del ejercicio en la memoria, un equipo de científicos neerlandeses y británicos organizó tres grupos de participantes asignados de forma aleatoria. El objetivo era comprobar la hipótesis de que la actividad física contribuye a mejorar la memoria y qué neurotransmisores se liberan en cada caso. El artículo se publicó en la revista Current Biology.
Primero, todos los participantes codificaron un sistema de imágenes y ubicaciones. Luego, uno de los grupos realizó ejercicio de inmediato, otro lo hizo cuatro horas después y el último simplemente se retiró a su casa sin actividad física.
Pasadas 48 horas, los participantes regresaron al laboratorio y se sometieron a una prueba de memoria con claves, mientras eran analizados mediante resonancia magnética. Este procedimiento permitió investigar "el impacto del ejercicio agudo en la consolidación de la memoria y el procesamiento neuronal relacionado con la recuperación".
Los resultados mostraron que aquellos que realizaron ejercicio aeróbico cuatro horas después de estudiar, lograron una mejor retención de las asociaciones entre imágenes y ubicaciones en comparación con el grupo de control, que no realizó actividad física.
Además, se observó una mayor similitud en los patrones del hipocampo para las respuestas correctas durante las pruebas de recuperación. Esto expuso que esa parte del cerebro procesó y retuvo mejor la información, lo que permitió a los participantes dar respuestas más precisas en las pruebas de memoria.
Tras la recopilación de datos, los expertos resaltaron: "Nuestros resultados sugieren que realizar ejercicio físico en el momento adecuado puede mejorar la memoria a largo plazo y resaltar el potencial del ejercicio como una intervención útil en entornos educativos y clínicos".
Se cree que este proceso de consolidación de información depende de factores neuromoduladores como la dopamina, la noradrenalina y el factor neurotrófico derivado del cerebro, cuya producción es estimulada mediante la actividad física.
Por otro lado, la investigación reveló que la retención de memoria fue mayor en las mujeres que en los hombres, aunque las diferencias generales entre los voluntarios no fueron significativas. Además, se señaló que el beneficio de realizar ejercicio cuatro horas después de estudiar no se relacionó con la frecuencia o duración semanal de la actividad física de los participantes, sino que esto es indiferente.
Finalmente, los científicos destacaron que esta investigación no contempló el impacto en personas con enfermedades mentales ni evaluó otro tipo de ejercicio más allá del aeróbico. Por lo tanto, si bien se evidenció un aumento en la plasticidad cerebral tras la actividad física, así como una mayor liberación de dopamina necesaria para la consolidación de recuerdos, estos resultados podrían variar según las características individuales y el contexto sociocultural.
Este estudio confirmó los beneficios del ejercicio físico, independientemente de la edad, ya que no solo favorecería a la memoria, sino que también en el impacto positivo en otras funciones del cuerpo.