Cristina Kirchner enfrenta un escenario difícil en la Corte, pero no se espera una sentencia en el corto plazo

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Cristina Kirchner enfrenta un escenario difícil en la Corte Suprema de Justicia, que debe decidir si revoca o no la condena a seis años de prisión por fraude, aunque lo que juega a su favor es el tiempo ya que no se espera un fallo en el corto plazo. Son 14 los acusados, con situaciones diferentes, que pueden interponer una lluvia de recursos para dilatar una decisión definitiva.

El futuro de la expresidenta está en manos de la Corte, ya que si rechaza sus recursos, deberá cumplir la pena de seis años de prisión. Por su edad (tiene 71 años) puede pedir el arresto domiciliario. Y también se activará la imposibilidad perpetua de que ocupe cargos públicos. Pero nada de eso está en el escenario del corto plazo y mucho menos antes de las elecciones del año próximo, en las que Cristina Kirchner, si quisiera, podría ser candidata y obtener fueros.

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Con el agravante de que no será esta Corte la que resuelva el caso de Cristina Kirchner, pues el juez Juan Carlos Maqueda dejará el tribunal fin de año ,cuando cumpla 75 años, y quedarán entonces para resolver Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.

Los acusados y el fiscal ya decidieron que plantearán un recurso extraordinario contra el fallo de la Cámara Federal de Casación que dejó firmes las condenas y las absoluciones. Los plazos son de diez días hábiles, pero en casos complejos como éstos se otorgan veinte días hábiles, más otros 20 , con lo que el caso, si el tribunal de Casación concede el recurso extraordinario, puede llegar a la Corte entrado el año próximo, en marzo o abril.

Para que se conceda un recurso extraordinario, la Casación debe analizar si se dirige contra una sentencia definitiva (como ésta), si hay cuestiones federales en juego y si hay arbitrariedad de la sentencia. Tales son los argumentos que esgrimirán en sus escritos los defensores y la fiscalía.

Ahora, llegado el caso a la Corte en 2025, cuando en paralelo corran el calendario electoral con el calendario gregoriano, los jueces deberán analizar de manera conjunta la situación de todos los involucrados. Son 14, lo que habla de la complejidad del caso. Y cada uno de ellos, con abogados defensores de importantes estudios jurídicos, que con sus planteos pueden demorar una definición, lo que a la larga los beneficia a ellos y también a Cristina Kirchner.

"En estos casos rigen las reglas del juego del mundo judicial, hasta que tengan que entrar en vigor las normas de la política", señaló un observador del proceso que está cerca de los tribunales.

Con la salida de Maqueda, la Corte quedará con tres jueces. Para que Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti reviertan una condena como la que se le impuso a Cristina Kirchner deberían ir contra su propias decisiones y jurisprudencia. Casi no existen precedente de cada uno de los jueces en los que hayan revocado una condena de Casación que confirma un fallo de un tribunal oral. En casos comunes, algunos memoriosos recuerdan la causa de Fernando Carrera, en la masacre de Pompeya.

El 25 de enero de 2005 Fernando Carrera atropelló y mató a tres personas cuando era perseguido a los tiros por la policía, que le adjudicaba un robo. Estuvo más de siete años preso, en una causa armada, hasta que la Corte lo absolvió en 2016, después del estreno de la película "El Rati Horror Show", de Enrique Piñeyro. Fue saliente el voto de Rosatti.

Los magistrados deberían destruir la instrucción de la causa que realizó el juez federal Julián Ercolini o el fallo del Tribunal Oral Federal 2 que firmaron Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, actual presidente de la Asociación de Magistrados.

Con la salida de Maqueda, el Gobierno presiona para que sean designados en la Corte el juez federal Ariel Lijo y el académico Manuel García Mansilla. El viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, consiguió ocho firmas de senadores para el pliego de Lijo (le falta una) y son menos las que obtuvo para García -Mansilla.

Aún si consiguiera esas firmas para poner en tratamiento los pliegos en el recinto, debe conseguir los votos de los dos tercios del Senado para su designación. El kirchnerismo no se los da y Cristina Kirchner da a entender que es un servicio que le presta a los tres cortesanos que juzgarán el bloqueo del acceso de Lijo al tribunal. No confía en el juez de Comodoro Py, a quien ve detrás del fallo de la Casación en su contra.

Pero el gobierno de Javier Milei guarda un as en la manga: aprobar los pliegos de Lijo y García Mansilla por decreto cuando el Senado esté en receso. El artículo 99 de la Constitución señala que el presidente "puede llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura".

Mauricio Macri propuso a Rosatti y Rosenkrantz de esta manera, pero finalmente ambos jueces asumieron tras obtener los votos de los dos tercios del Senado con el procedimiento previsto en el decreto 222, con audiencias públicas previas y sometidos a las observaciones de la ciudadanía.

Ahora si Javier Milei propone a sus candidatos, previendo que pasen por el filtro del Senado, como Macri, se pueden enfrentar a la oposición de Cristina Kirchner que no confía en Lijo y no lo quieren en la Corte, aunque le prometan otra cosa. Si, en cambio, los designa por un año, sin aplicación del decreto 222/2003, habilitaría el ingreso de ambos jueces al máximo tribunal,

Ya en el mundo judicial están analizando la condena contra Cristina Kirchner, con el prisma de este nuevo escenario. Y especulan con que el juez Lijo, en caso de acceder a la Corte, podría ser recusado por Cristina Kirchner, ya que la investigó en el pasado.

En los tribunales, empleados y funcionarios, especulan con el futuro del juicio contra la expresidenta y conocedores del ritual judicial señalan: "No nos olvidemos del paso a paso. El primer paso son los tiempos para que se presente el recurso. Y en casos como el de Vialidad, con tantas personas involucradas, se van a tratar en bloque, y de manera conjunta".

Esto alimenta la idea de que el trámite de la causa demandará tiempo y no habrá ninguna definición en 2025, ni con una Corte de tres miembros, ni con una Corte de cinco integrantes, arriesgan fuentes del mundo judicial, en diálogo con LA NACION. Y deslizan que en ese escenario "la situación de Cristina Kirchner en 2025 es más política que judicial".

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