Flores de Otoño: Llena tu Jardín de Vida y Color este Año

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La llegada del otoño no significa que debamos renunciar a la belleza y colorido de las flores en nuestros jardines o terrazas. Aunque la mayoría de las plantas florecen en primavera y verano, hay una amplia variedad de especies que brillan con luz propia en los meses de otoño e invierno, aportando alegría incluso en los días más grises. Estas flores de temporada resultan ideales para mantener el color vivo en espacios exteriores durante todo el año.

En este artículo te proponemos no solo conocer mejor las flores de temporada del otoño, sino descubrir cómo combinarlas con otras perennes como aster, callistemon, polígala o verónica, junto con arbustos que produzcan frutos de colores como las bayas rojas. Así, crearás un espacio exterior lleno de vida durante los meses más fríos. Si estás dispuesta a dedicar tiempo a tu jardín, esta es tu oportunidad perfecta para transformarlo. Consulta las siguientes propuestas y encuentra la inspiración para elegir tus próximas plantas otoñales.

Alegría (Impatiens walleriana)

La alegría, conocida científicamente como Impatiens walleriana, es una de las favoritas en otoño e invierno gracias a su facilidad de cultivo. Esta planta herbácea perenne, aunque suele tratarse como de temporada, destaca por sus flores de colores vibrantes y llamativos que alegran balcones, terrazas y jardines urbanos.

Las variedades son numerosas: sencillas, dobles o mixtas, ideales para cultivar en arriates, borduras o macetas. Para garantizar su óptimo desarrollo, plántala en áreas de semisombra, alejadas del sol directo del mediodía, ya que este puede quemar o marchitar sus delicadas flores. Funciona especialmente bien en balcones orientados al este o norte, aunque solo en lugares donde no se registren heladas severas.

Requiere un sustrato con buen drenaje y mantener la tierra húmeda constantemente, pero evita encharcamientos que puedan dañar las raíces. Gracias a su resistencia y bajo mantenimiento, es perfecta tanto para principiantes como para jardineros experimentados.

Anémona japónica

Otro ejemplar que brilla durante el otoño es la anémona japónica. Esta planta vivaz puede alcanzar una altura de hasta dos metros, por lo que suele ser necesario colocarla cerca de soportes para evitar que se caiga. Su floración es constante a lo largo del otoño, pero eso no es todo: tras la caída de las flores, sus cápsulas liberan semillas durante el invierno, ayudando a su reproducción.

Las anémonas de flor rosa o blanca son las más comunes y destacan por su capacidad para iluminar cualquier rincón del jardín, especialmente en lugares de sombra o semisombra donde otras variedades difícilmente prosperarían. Este tipo de planta necesita un suelo rico en materia orgánica y bien hidratado para desarrollarse con vigor.

Es importante asegurarse de que el sustrato esté bien aireado y de que las plantas cuenten con suficiente espacio para expandirse, ya que suelen multiplicarse fácilmente bajo las condiciones adecuadas.

Ciclamen

El ciclamen, perteneciente a las plantas bulbosas, es perfecto para el otoño. En su hábitat natural, florece a la sombra de los árboles mediterráneos durante los meses más fríos. Esta planta se apaga en primavera cuando las temperaturas superan los 16°C, entrando en un estado de latencia hasta el regreso del otoño.

El ciclamen se caracteriza por una gran variedad de tamaños y colores, desde el blanco y el rosa hasta tonos más vibrantes como el rojo y el lila. Existen variedades más resistentes a las heladas, como el ciclamen mini, que es ideal para zonas de clima frío.

A la hora de cultivarlo, busca un lugar luminoso pero alejado de las corrientes de aire. Riégalo moderadamente para evitar la podredumbre de sus raíces; lo ideal es realizar riegos por inmersión con agua tibia. En espacios cubiertos como porches, el ciclamen se desarrolla de forma óptima y añade un toque decorativo inigualable.

Pensamiento

El pensamiento es otra de las joyas del otoño. Esta planta anual es conocida no solo por ser una de las más floridas, sino también por su capacidad de resistir las bajas temperaturas. Su extraordinaria gama de colores, que incluye tonos azules, rojos, amarillos y morados, hace que cualquier espacio exterior luzca alegre durante los meses más grises.

Su mantenimiento es sencillo: plántala en suelo suelto y rico en nutrientes, asegurándote de que reciba sombra parcial. Requiere riegos regulares para mantener la tierra húmeda, prestando especial atención a evitar encharcamientos. Además, el pensamiento se comporta como una planta muy agradecida, floreciendo hasta la llegada de los primeros calores en primavera.

En muchos casos, esta planta puede combinarse con otras especies como crisantemos y caléndulas para un efecto multicolor en jardineras y parterres.

Otras flores de temporada ideales para el otoño

Más allá de las cuatro especies principales, existen otras flores propias del otoño que pueden complementar tu jardín:

  • Brezo: Ideal para llenar de color los rincones del exterior, incluso durante las nevadas. Sus pequeñas flores suelen durar buena parte del invierno.
  • Crisantemos: Asociados tradicionalmente con el Día de Todos los Santos, son extremadamente versátiles, con una floración que abarca desde octubre hasta diciembre.
  • Azaleas: Estas plantas de semisombra añaden un toque romántico con sus flores rosas, rojas o blancas, aunque requieren protección ante heladas severas.
  • Caléndulas: Perfectas para jardín o macetas, resisten bien el frío moderado y aportan un color amarillo vibrante.

Incorporar estas plantas en tu espacio exterior no solo te permitirá disfrutar de su belleza, sino que también contribuirá a un ecosistema más equilibrado, atrayendo insectos beneficiosos como las abejas.

Los meses de otoño ofrecen un amplio abanico de opciones para decorar y llenar de vida nuestros jardines y terrazas. Con un poco de planificación, puedes disfrutar del color y la vitalidad de las flores durante todo el año. Plantar especies como la alegría, la anémona japónica, el ciclamen y el pensamiento no requiere grandes esfuerzos, pero sí cuidados básicos como protegerlas de las heladas, mantener el sustrato húmedo y procurar un buen drenaje. La satisfacción de ver tu jardín lleno de color será la recompensa a tu esfuerzo.

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