Cómo los cambios de temperatura afectan a tu mascota y cómo ayudarla

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Los cambios de temperatura afectan significativamente a nuestros perros y otras mascotas, desencadenando distintos efectos en su salud y comportamiento. Estos fenómenos no solo se relacionan con el cambio de estaciones, sino también con las fluctuaciones abruptas de las condiciones climáticas que vivimos hoy en día. Seguro que, si tu mascota lleva contigo varios años, ya habrás notado estas variaciones.

Es fundamental entender cómo reaccionan las mascotas ante estas situaciones para poder ayudarlas a adaptarse. Así, no solo profundizaremos nuestra relación con ellas, sino que también les ofreceremos el apoyo necesario para afrontar los retos que las diferentes épocas del año presentan. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo mantener el bienestar de tu mascota en cada estación!

El metabolismo y la alimentación

El metabolismo de las mascotas experimenta importantes cambios ante las variaciones climáticas. Por ejemplo, durante los meses más fríos, su metabolismo tiende a acelerarse para mantener estable su temperatura corporal, lo que se traduce en un aumento del apetito. Esto es especialmente evidente en razas que no están adaptadas a climas extremos.

Para evitar problemas de sobrepeso, es vital ajustar su dieta. Una opción recomendable es dividir las raciones en varias comidas al día, proporcionando la misma cantidad total de alimento diario. Si tu perro necesita un impulso adicional en su dieta, opta por alimentos ricos en nutrientes y proteínas de calidad.

En cambio, durante los meses más cálidos, algunas mascotas pueden experimentar una reducción del hambre, lo que las hace más propensas a deshidratarse. En estos periodos, asegúrate de que tengan acceso continuo a agua fresca y limpia, y considera complementar su alimentación con comidas húmedas para contribuir a su hidratación.

Dolor en las articulaciones

Al igual que sucede en los humanos, los cambios de temperatura y de humedad también afectan a las articulaciones de las mascotas. En estaciones húmedas o frías, es común que las mascotas mayores o aquellas con problemas articulares preexistentes presenten mayor rigidez, dolor o movilidad reducida.

Proteger a tu mascota del frío es esencial. Usa camas acolchadas y cálidas, abriga a tu mascota con ropa apta para animales y realiza paseos moderados para mantener en movimiento sus extremidades. Si notas que sufre significativamente, consulta con el veterinario sobre la posibilidad de suplementar su dieta con condroprotectores o antiinflamatorios naturales adecuados para su edad y condición.

Impacto en su conducta

El comportamiento de nuestras mascotas también se ve afectado por el clima. Durante un verano caluroso, tu perro o gato puede mostrarse más apático, mientras que en los meses fríos pueden tornarse más activos si pertenecen a razas adaptadas al invierno. Estas alteraciones son naturales y no deben alarmarte, aunque sí es importante modificar ciertas rutinas para favorecer su bienestar.

Por ejemplo, planifica los paseos para las horas menos calurosas durante el verano y estimula su actividad física en interiores durante el invierno. Además, asegúrate de que sus espacios de descanso sean cómodos y adecuados para la temporada.

Otitis y otras infecciones

Los cambios de temperatura también pueden predisponer a nuestras mascotas a infecciones como la otitis. Esto ocurre debido al aumento de la humedad en los conductos auditivos, lo que crea un ambiente favorable para la proliferación de microorganismos.

Para prevenir estas infecciones, es crucial mantener seco y limpio el interior de las orejas de tus mascotas tras el baño o si han estado en contacto con agua. Además, verifica regularmente sus oídos en busca de signos de enrojecimiento o mal olor, y acude al veterinario si notas algo inusual.

Consecuencias en los órganos internos

Los cambios extremos de temperatura pueden tener un impacto significativo en el sistema inmunitario de las mascotas, debilitándolo y dejándolas vulnerables a enfermedades más graves. Además, los golpes de calor en verano o la hipotermia en invierno pueden afectar peligrosamente órganos vitales.

Para evitar cualquier complicación, asegúrate de que tu mascota no esté expuesta a temperaturas extremas. Durante el verano, proporciona sombra, agua y nunca la dejes en vehículos cerrados. En invierno, bríndale un refugio cálido y evita largos periodos al aire libre en días extremadamente fríos.

Mayor vulnerabilidad a los parásitos

El aumento de temperaturas y la humedad no solo impacta en el comportamiento o la salud corporal de nuestras mascotas, sino que también fomenta la proliferación de pulgas, garrapatas y mosquitos. Estos parásitos no solo son molestos, sino que también pueden transmitir enfermedades graves como la leishmaniasis o infecciones bacterianas.

Protege a tu mascota con desparasitaciones regulares mediante productos recomendados por tu veterinario. Además, mantén su entorno limpio y controlado para minimizar los riesgos.

Comprender cómo los cambios en el clima afectan a nuestras mascotas nos permite anticiparnos a sus necesidades y garantizar su bienestar. Ya sea ajustando su alimentación, controlando los parásitos, o brindándoles un entorno óptimo según la estación, mantener un equilibrio físico y emocional en nuestras mascotas es clave para su felicidad y longevidad. Si notas algo fuera de lo normal en tu mascota, no dudes en consultar con el veterinario.

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