Cómo afecta el helicobacter pylori a la boca
08/05/2024 10:00
Hay bacterias de la que la mayoría hemos oído hablar por ser relativamente comunes. Helicobacter pylori o H. Pylori es una de ellas por ser responsable de la infección bacteriana crónica más común en humanos. Asociada habitualmente a síntomas gastrointestinales, también puede afectar a la cavidad oral. En este artículo, exploraremos cómo afecta el helicobacter pylori a la boca, sus causas y los síntomas que pueden manifestarse.
Helicobacter pylori: ¿qué es y cómo se transmite?
H. pylori es una bacteria gramnegativa que suele alojarse en el estómago y ha sido identificada como la principal causa de enfermedades estomacales como la gastritis, duodenitis o úlcera péptica. Y es que esta bacteria provoca la inflamación de la mucosa del estómago al producir una serie de enzimas irritantes para las células del estómago y debilitantes para la pared del estómago desprotegiéndola contra su propio contenido ácido.
Los síntomas más habituales son el dolor, la incomodidad o quemazón en el abdomen, la sensación de hinchazón en el estómago, las náuseas o vómitos, la saciedad rápida, los eructos frecuentes y la pérdida involuntaria de peso.
Se transmite principalmente a través del la saliva, el vómito y la materia fecal y está presente en todas las poblaciones. De hecho algunas estimaciones sugieren que más del 50% de la población mundial tiene el estómago colonizado por esta bacteria que se encuentra cómoda en las condiciones hostiles que propicia el estómago.
¿Cómo afecta a la boca?
Los síntomas más habituales son la acidez y el dolor estomacal agudo, las náuseas, los eructos frecuentes, la hinchazón y la pérdida involuntaria de peso. Sin embargo, teniendo en cuenta que la prueba de aliento suele utilizarse para confirmar el diagnóstico, es lógico pensar que de alguna forma debe afectar esta bacteria a la boca.
H. pylori convierte la urea en CO2, que se detecta en la respiración, si existe infección. Por tanto podríamos decir que la halitosis o el mal aliento es uno de lo síntomas tambiñen de la infección por H. pylori. Sin embargo, no es la única forma en la que afecta a la boca:
- Halitosis: La presencia de Helicobacter pylori en la boca puede contribuir al mal aliento persistente, incluso después de una higiene oral adecuada.
- Inflamación de las encías: La bacteria puede desencadenar la inflamación de las encías, causando enrojecimiento, sensibilidad y sangrado.
- Incremento del riesgo de caries: Se ha demostrado que la presencia de H.pylori en la boca puede aumentar el riesgo de desarrollar caries, posiblemente debido a su capacidad para modificar el equilibrio bacteriano en la cavidad bucal.
- Aftas bucales recurrentes: Algunos estudios sugieren que la presencia de esta bacteria en la boca puede provocar además la aparición frecuente de aftas bucales, lesiones dolorosas en la mucosa oral.
Diagnóstico y tratamiento
Actualmente, existen varios métodos para diagnosticar la presencia de la bacteria Helicobacter pylori. Se utilizan en aquellos pacientes que acuden al médico presentando quejas de quemazón estomacal, sin señales que puedan indicar un tumor o úlceras activas.
En esos casos los pacientes pueden ser sometidos a un examen no invasivo, que puede incluir análisis de sangre y prueba de heces, con miras a un tratamiento en caso de que sean positivos para el H. pylori. Sin embargo también podría ser pertinente realizar una endoscopia para examinar el esófago y parte del intestino delgado y observar si existen úlceras o linfomas, especialmente cuando no existe mejoría de los síntomas con el tratamiento.
De confirmarse la infección por H. pylori, lo habitual es recibir un tratamiento con antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones o protector gástrico. Tomar la medicación de forma rigurosa es muy importante para que no se creen resistencias y empeore el problema. De hecho, si se siguen las pautas indicadas por el médico, la bacteria se elimina en un 90% de los casos.
Estar atentos a los posibles síntomas relacionados con la presencia de Helicobacter pylori en la boca, y acudir al médico tan pronto aparezcan complicaciones gastrointestinales es clave para una detección temprana que prevenga complicaciones más severas.
