Calabacín marinado con almendras: receta versátil y deliciosa

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El calabacín marinado con almendras picadas es una receta sencilla, saludable y muy versátil. Este plato puede servir como un entrante ligero a modo de ensalada veraniega o como un acompañamiento perfecto para carnes y pescados al horno, como nuestra dorada con calabacín y cherry. Además, su preparación es sorprendentemente rápida, requiriendo solo unos 30 minutos, aunque debemos tener en cuenta el tiempo de marinado.

Marinar el calabacín durante al menos 4 horas en la nevera permite que absorba intensamente los sabores del ajo, la menta, la guindilla y el vinagre. Es un plato ideal para preparar la noche anterior, de modo que esté completamente listo y lleno de sabor al día siguiente. Además, al añadir almendras u otros frutos secos como pistachos o piñones, le damos un toque crujiente y nutritivo que eleva la experiencia.

¿Por qué incluir el calabacín marinado en tu dieta?

El calabacín es una de las hortalizas más populares gracias a su versatilidad y propiedades saludables. Aporta vitaminas A y C, potasio, magnesio y antioxidantes, además de ser bajo en calorías. Incorporar platos como este en tu dieta no solo ayuda a mantener una alimentación equilibrada, sino que también fomenta el consumo de vegetales de una forma diferente y deliciosa. Esta receta, en particular, destaca por combinar los beneficios del calabacín con los nutrientes de las almendras, que son ricas en grasas saludables, proteínas y fibra.

Ingredientes necesarios

Para recrear esta receta en casa, necesitarás los siguientes ingredientes básicos:

  • 1 calabacín mediano
  • Sal
  • 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 diente de ajo picado
  • 3 cucharadas de vinagre (puedes usar de vino blanco o de manzana)
  • 10 hojas de menta fresca
  • Pimienta negra recién molida
  • 1 guindilla cayena (opcional, según tu tolerancia al picante)
  • Almendras picadas (puedes sustituirlas por pistachos o piñones)

Pasos detallados para la preparación

  1. Lava y corta el calabacín: Lava el calabacín bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad. Luego, utiliza una mandolina o un cuchillo afilado para cortarlo en tiras finas y uniformes. Esto garantizará que el marinado penetre de manera uniforme en las láminas.
  2. Reduce el exceso de agua: Coloca las tiras de calabacín en un colador grande y espolvorea un poco de sal por encima. Deja que reposen durante 15 minutos para que suelten el agua. Este paso es clave para evitar un plato aguado y realzar el sabor.

  1. Elabora el marinado: En un bol pequeño, mezcla el aceite de oliva, el ajo picado, el vinagre, 5 hojas de menta troceadas, una pizca de sal, pimienta negra al gusto y la guindilla cayena (entera o troceada, según tu preferencia por el picante). Bate bien para emulsionar los ingredientes y conseguir una mezcla homogénea.
  2. Seca el calabacín: Pasados los 15 minutos, enjuaga ligeramente las tiras de calabacín bajo agua fría para eliminar el exceso de sal y sécalas con papel de cocina.
  3. Marina el calabacín: En un recipiente hermético, coloca las tiras de calabacín en capas. Vierte el marinado de manera uniforme entre cada capa. Cierra el recipiente, agítalo ligeramente para distribuir el marinado y refrigera durante al menos 4 horas. Si puedes dejarlo toda la noche, ¡mucho mejor!
  4. Sirve con un toque crujiente: Al momento de servir, coloca las tiras de calabacín en un plato amplio y espolvorea por encima las almendras picadas. Decora con las hojas de menta restantes para un toque fresco y añade un hilo de aceite de oliva si lo deseas.

Variantes y consejos adicionales

Esta receta se presta a numerosas variaciones que puedes probar según tus preferencias:

  • Cambia los frutos secos: Prueba con pistachos, piñones o incluso nueces troceadas para variar la textura y el sabor.
  • Experimenta con hierbas: Aunque la menta añade frescura, el perejil, el cilantro o incluso el tomillo pueden ofrecer interesantes contrastes.
  • Intensifica el sabor: Añade una cucharadita de ralladura de limón al marinado para un toque cítrico.
  • Incluye proteínas: Combina el calabacín marinado con queso feta desmenuzado o tiras de pollo a la parrilla para convertirlo en un plato principal ligero.
  • Añade un toque dulce: Unas pasas o arándanos secos picados pueden equilibrar el sabor ácido del vinagre.

Este calabacín marinado también es perfecto para incorporar en otras recetas. Por ejemplo, puedes usarlo como base para una ensalada más completa junto con rúcula, espinacas y un poco de mozzarella fresca. Otra idea es servirlo sobre tostadas untadas con hummus para un aperitivo único.

¿Cómo potenciar la presentación del plato?

La estética también influye al momento de disfrutar una receta. Sirve el calabacín marinado en un plato amplio, colocando las tiras de manera armónica y decorándolas con tus ingredientes favoritos. Usa platos blancos para resaltar los colores verdes y dorados del calabacín y las almendras.

Este plato no solo te permitirá explorar nuevas formas sencillas y deliciosas de disfrutar el calabacín, sino que también sorprenderá a tus invitados con un equilibrio de sabores y texturas. ¿Te atreves a prepararlo esta semana?

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