Así era Maggie Smith: nombrada dama por la reina Isabel II e icono de la moda en sus últimos años

09/27/2024 11:03 AM

La actriz Maggie Smith ha muerto este viernes 27 de septiembre a los 89 años en un hospital de Londres. “Ha fallecido en paz en el hospital a primera hora de la mañana de este viernes 27 de septiembre”, han informado sus hijos Toby Stephens y Chris Larkin. “Fue una persona muy reservada que estuvo acompañada por sus amigos y su familia hasta el último momento. Deja dos hijos y cinco amados nietos que están destrozados por la pérdida de su extraordinaria madre y abuela”.

La legendaria actriz británica era conocida mundialmente por haber interpretado a Minerva McGonagall en las ocho películas de la saga de ‘Harry Potter’ y por su papel como Violet en ‘Downtown Abbey’, pero la intérprete británica acumula más de siete décadas de carrera a sus espaldas, en teatro, televisión y cine. Tanto, que la reina Isabel II le otorgó el título de ‘dama’ en 1990, por su contribución a las artes interpretativas.

Smith siguió en activo hasta el último momento, ya que el año pasado protagonizó una de las precampañas de moda de Loewe. La firma apostó por ella y las fotos dieron la vuelta al mundo, ya que lo habitual es que los protagonistas de estas campañas no tengan una edad tan avanzada. La intérprete ha pasado toda su vida afincada en Reino Unido. Nació en una localidad cercana a Londres y ha muerto rodeada de su familia en el hospital de Westminster. Su padre era patólogo y su madre secretaria, y se mudaron juntos a Oxford cuando ella tenía cuatro años, acompañados de sus dos hermanos mellizos, Alistair e Ian.

Maggie Smith ha estado casada dos veces. Primero se casó con el actor Robert Stephens en junio de 1967, con quien tuvo a sus dos hijos, los también actores Toby y Christopher. Se divorció de él siete años después. Apenas un año después, Maggie volvió a casarse con el dramaturgo Beverly Cross, con quien estuvo casada hasta que él murió en marzo de 1998.

La actriz no ha gozado de buena salud durante su vida. En 1988 fue diagnosticada con la enfermedad de Graves-Basedow y tuvo que estar doce meses prácticamente aislada al ser una afección autoinmune. Estuvo recibiendo radioterapia y cirugía en los ojos. Años después, cuando estaba rodando las películas de Harry Potter, le diagnosticaron un cáncer de mama después de descubrirle un bulto en el pecho.

En su momento, Maggie Smith no se alarmó mucho porque no era la primera vez que le detectaban un bulto y había sido benigno. Pero tuvo que pasar por la dura enfermedad. “Las sesiones de quimioterapia resultaron ser peores que el cáncer en sí”, contó. Aun así, no dejó de trabajar y siguió bajo la piel de Minerva McGonagall. Sin embargo, reconoció que el cáncer “la cambió mucho”.