Ángel María Villar, expresidente de la RFEF, se sincera sobre su ingreso en prisión: "Yo no fui feliz allí porque fue un desprestigio total"

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Ángel María Villar, expresidente de la RFEF, ha protagonizado el primer episodio de 'Mis días en la cárcel' para hablar sobre su estancia en prisión. El exjugador de fútbol fue detenido sin previo aviso. Las autoridades se presentaron en su casa con una orden y registraron algunos de sus rincones en busca de pruebas para después ingresar en prisión. Ese mismo día, también su hijo y un compañero de la federación fueron detenidos. Ángel María Villar ha relatado cómo fue estancia en prisión, su relación con los reos y el duro proceso de ingreso.

Su inesperado ingreso en prisión fue inmediato

Ángel María Villar, expresidente de la RFEF, fue una de las personalidades más relevantes del fútbol español entre la década de los 70 y 80. Tras retirarse como futbolista profesional, ocupó la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante casi 30 años. También ejerció otros papeles de la alta dirección en la UEFA y en la FIFA. Sin embargo, 2017 supuso un antes y un después en su vida. Todo cambió para él.

Ángel María Villar fue detenido en julio mientras se encontraba en su domicilio sin aviso previo. Así lo ha relatado en 'Mis días en la cárcel'. "Vino a mi casa la Guardia Civil y me detuvieron. Yo no sabía nada. Estuvieron revisando mi casas y libros a ver si encontraban dinero", cuenta frente a Álvaro Rojo Quintana y Juan Manuel Medina Andrés, abogados penalistas.

En ese momento comenzaba una nueva etapa que, aunque no duró demasiado, marcó parte de su vida. "Pasé dos noches en Las Rozas y de ahí me llevaron al juez para las preguntas generales de la ley. Me entrevistaron dos horas y emitieron el auto de prisión. Estuve 10 días en la cárcel", explica. Además, Ángel María Villar no ingresó en prisión solo. "Nos detuvieron a mi hijo, a un compañero de la federación y a mí el mismo día. Estuvimos en el mismo módulo y en la misma celda", cuenta.

Sus días en prisión junto a su hijo y al vicepresidente de la federación

El expresidente de la RFEF asegura que ingresar en prisión no es una experiencia nada agradable. "Yo no fui feliz allí poeque fue un desprestigio total", asegura antes de relatar sus primeros momentos en la cárcel. "Llegas allí y te hacen ducharte y desnudarte. Te dan unas medicinas. Después te llevan con un médico y un psicólogo a hacer un reconocimiento. A mí me metieron en un módulo que estaba el presidente de la comunidad", relata con resignación. Ángel María Villar ha dejado claro que no es como "vivir en casa".

"Los dos lo pasamos muy mal", añade respecto a su ingreso y el de su hijo entre rejas. Aun así, ha señalado que recibió un trato cordial por parte de los funcionarios y el resto de los internos de la prisión, algo que amenizó en parte su estancia. "Los compañeros de la cárcel lo único que quieren es contactar contigo y tener una relación si hay alguien famoso. Recuerdo que cuando entré en la cárcel que había 80 presos en el vestíbulo dijeron aquí entra el mejor presidente que ha tenido la federación", cuenta.

Tal y como ha señalado en el citado programa, se estrecharon varias relaciones entre los presos. "Allí todos hablamos de por qué hemos sido prisioneros. Tienes una relación muy especial", explica. También ha relatado un emotivo episodio que presenció y que pudo haber terminado en una tragedia. "Mi hijo le salvó la vida al vicepresidente. Tuvo una bajada de tensión en el patio. Llamó a mi hijo y rápidamente pidió agua con azúcar y se recuperó", cuenta.

A pesar de todo, Ángel María Villar se ha mostrado agradecido con el trato que recibió. "A mí me trataron muy bien los funcionarios y los compañeros prisioneros. Aprendí cosas de ellos en los 10 días que estuve. Algunos todavía cuando salen se acuerdan de mí. Coges una relación más profunda que una superficial cuando empiezas a conocer a un ser humano porque allí el sufrimiento común une a los seres humanos. El sufrimiento une a las personas", explica.

Su puesta en libertad bajo fianza fue toda una sorpresa para el investigado

El encarcelamiento de Ángel María Villar duró 10 días. Sin embargo, no recibió la gran noticia de que iba a ser puesto en libertad por sus propias fuentes. "Dormíamos y de repente escucho una voz en la otra celda. 'Ángel, nos han puesto en libertad pagando una fianza. Lo han dicho el telediario'. Nosotros nos enteramos en la cárcel porque lo había dicho Televisión Española", cuenta. Casi una década después de este importante episodio de su vida, ha echado la vista atrás y ha compartido una profunda reflexión.

"Siento nostalgia por ser joven. Ahora tengo 75 años me gustaría volver a mis 20, cuando empecé a jugar al fútbol en equipos federados", cuenta su lado más sincero. Aunque Ángel no cumplió ni dos semanas en prisión, todavía está siendo investigado por supuestos delitos continuados de administración desleal, corrupción en los negocios, apropiación indebida y falsedad en documento mercantil. "A mí me han ejercitado en toda mi vida como presidente 8 acciones criminales. Han intentado imputarme 20 delitos", sentencia. De hecho, se encuentra a la espera de que su juicio final llegue en cualquier momento.

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