
Álvaro Mel se reafirma en Netflix con 'Manual para señoritas': "Nadie me ha vuelto a poner en duda como actor"
03/29/2025 02:45 PM
Hablamos con el actor Álvaro Mel, que acaba de estrenar en Netflix su nueva comedia romántica entre comparaciones con 'Los Bridgerton'. Un proyecto con el que continúa consolidando su carrera en la interpretación, sector en el que entró entre algún prejuicio por "intrusismo": "Demuestro que tengo amor por la profesión"
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Netflix estrenó este viernes 28 de marzo Manual para señoritas, su nueva comedia romántica de época con sello Bridgerton y una marcada apuesta por el gamberrismo. Un proyecto que reafirma a Álvaro Mel en su carrera como actor, profesión a la que se lanzó hace ya siete años y en la que va dibujando una trayectoria de la que asegura sentirse orgulloso.
Tras alcanzar gran popularidad en redes sociales, este salmantino descubrió en La otra mirada un mundo en el que quiso quedarse. “Cuando empecé fue un poco por probar, porque no tenía nada que perder, y me tiré a la piscina. Una vez hice ese trabajo le cogí bastante respeto a la profesión. Me encantó y supe que esto era donde me quería quedar a vivir”, recuerda en una entrevista con verTele, en el marco de la promoción de la nueva apuesta de Netflix.
Tras aquella serie de época de RTVE llegaron títulos destacados como La Fortuna de Alejandro Amenábar y Un cuento perfecto de Chloe Wallace, producciones en las que ha ido ganándose el respeto del sector y dejando atrás cualquier prejuicio sobre “intrusismo”. “Una vez entré en el mundo de la interpretación, me lo tomé en serio y recogí respeto, no me he vuelto a cruzar con nadie que me ponga en duda. Creo que demuestro que estoy trabajando, soy profesional y que tengo un amor por la profesión”.
Ahora llega Manual para señoritas, una comedia romántica de época que protagoniza junto a Nadia de Santiago y que según el propio actor, “aporta un tono canalla que la diferencia de Los Bridgerton”. “Se nota que está escrita por una mujer”, reflexiona, al tiempo que opina que como espectador es algo que no ha visto algo y reivindica el género: “Toda la vida se ha visto la comedia romántica como un género menor, pero gracias a las mujeres que las escriben eso está cambiando”.
Netflix lanza el tráiler de 'Manual para señoritas', su 'Bridgerton' española con Nadia de Santiago como carabina
¿Qué es lo que se va a encontrar el público que se lance a ver 'Manual para señoritas'?
Es una serie de época con tramas amorosas, e igual mucha gente espera ver algo parecido a Los Bridgerton. Hay similitudes, pero no tiene mucho que ver. De hecho, no tiene que ver para nada el tono de la serie. Manual para señoritas es un producto mucho más atrevido, se ha jugado mucho, se han tomado muchas licencias y nos lo hemos pasado muy bien grabando, y creo que el espectador se lo va a pasar igual de bien viendo la serie.
Esta una serie diferente, que rompe la cuarta pared con el personaje protagonista, que crea un universo muy sólido en cuanto a colores, vestuario, localizaciones... Y por si eso fuera poco, está el personaje de Nadia [De Santiago] cogiéndote y tirándote hacia dentro de la historia.
'Manual para señoritas' rompe con la figura del galán y muestra al hombre torpe, inseguro y en una posición de inferioridad en la conquista. ¿Qué es lo que te ha parecido más interesante de interpretar a uno de estos hombres, en tu caso Santiago?
Hemos dibujado a Santiago siempre como el antigalán. Desde la creación con Gema [R. Neira] y María José [Rustarazo], la escritura y la dirección, creamos esta figura de antigalán saliendo del corsé mítico o típico de los señoritos de época, de la corrección. Existe esa torpeza, existen esas pausas a la hora de intentar encontrar las palabras perfectas, porque él es periodista y se toma su tiempo, sin dejar de tener esa chispa y sin dejar de ser alguien muy activo tanto física como dialécticamente.
Y en cuanto a las situaciones de inferioridad, creo que aquí es donde se nota que la serie está escrita por una mujer. En las comedias románticas que siempre han escrito hombres, se situaba al tío un poco por encima en lo económico, lo psicológico... Y lo que se hace aquí no es mostrarle en inferioridad a la hora de conquistar, sino que se va alternando entre las dos partes en base a la situación o al escenario que se plantea. Esta igualdad y esta equidad es lo que me atrae mucho de la serie.
Repites en el género de la comedia romántica tras 'Un cuento perfecto', aunque en este caso con una historia de época. ¿Qué crees que aporta precisamente esta mirada de época en el género de la comedia romántica? ¿Es una manera de revisar y romper con esas dinámicas tóxicas que este género ha arrastrado históricamente?
Es verdad que aún así sigue habiendo toxicidad en algunas relaciones de la serie, ya sea por mentiras, por ocultar cosas o por no mostrarte siempre transparente. Pero sí creo que la época aporta, es como un personaje más que hace que te metas mucho más en la historia. Y creo que aquí se pretende también coger a esta parte de público al que le gusta la época y que quizás no la ha visto hasta ahora contada de esta manera.
Además, en cuanto a las relaciones, pienso que Santiago tiene una relación más fraternal con el personaje de Cristina, mientras que con Elena tiene una relación mucho más sapiosexual, un tira y afloja más dialéctico que acaba provocando que se atraigan. Hay de todo, y la época influye a que esto sea así por los códigos en base a los que estaba estipulada la sociedad.
La serie se apoya sobre varias fórmulas de la comedia romántica que funcionan muy bien como el amor imposible y el triángulo amoroso. ¿Crees que eso va a permitir que conecte con el público consumidor de este tipo de historias?
Sí, y también porque no es la de Santiago la única historia de amor que se cuenta en la serie, hay varias tramas de amores diferentes. Es verdad que hay varios triángulos, parece esto un libro de matemáticas de polígonos [ríe]. Hay muchas relaciones, cada personaje tiene su historia con mínimo dos personajes entre los que tiene que decidirse y no necesariamente hacia el amor. Y creo que eso también engancha al espectador, porque cada trama tiene algo que gusta. Mi trama favorita es la de la carabina de Itziar Manero.
Aportamos un tono canalla que nos diferencia de 'Los Bridgerton' en varios aspectos
Uno de los puntos diferenciales de la serie es la figura del personaje de Nadia de Santiago como narradora, rompiendo la cuarta pared y aportando comicidad. ¿Cómo lo has vivido desde tu posición de darle la réplica? ¿Cómo te has adaptado a este tono más cómico de la serie?
Creo que el personaje de Nadia es un regalazo, pero también un arma de doble filo. Como ha comentado ella en entrevistas, se sentía un poco expuesta cuando hablaba al espectador porque realmente estás desnudándote como actriz, queriendo transmitir una emoción concreta y muy específica, y eso tiene que ser real. Hay un gran peso al llevar este personaje.
Hemos compartido escenas de carga dramática en las que los personajes estaban en la misma sintonía, y de repente Nadia se salía para hablar con el espectador. Ella tenía que romper esa carga dramática, pero yo como personaje en teoría no podía verlo, tenía que mantener ese código. El hecho de salirse de la escena y volver a entrar me parece complicado, también en la parte receptora. He admirado mucho a Nadia en ese sentido, de verdad. Me parece muy difícil.
Desde que salieron a la luz las primeras imágenes de la serie, muchos la han comparado con 'Los Bridgerton'. ¿Crees que la comparación tiene sentido, o que las series no tienen nada que ver?
Que te comparen con una serie como Los Bridgerton es un halago. Es una serie que ha funcionado superbién, que tiene unos actores y actrices increíbles, y también muy buenas tramas. Es normal que si te dicen que hay una serie de época con tramas amorosas que vas a ver en Netflix, digas que son Los Bridgerton a la española. Puede ser, pero es verdad que hay mucha diferencia sobre todo en el tono. Creo que hemos aportado una cosa bastante canalla que la diferencia en varios aspectos, además de lo de la ruptura de la cuarta pared.
¿Qué opinas del concepto de placer culpable que acompaña habitualmente a la comedia romántica?
Recojo lo que he dicho antes, que desde el sistema en el que vivimos siempre la comedia romántica ha estado destinada más hacia las mujeres y casi nunca se les ha dado el mismo valor que a los hombres. Las series las solían escribir tíos, las dirigían tíos y se contaban desde un punto de vista en el que los tíos siempre estaban por encima. El sistema ha cambiado, cada vez hay más mujeres que escriben y dirigen. Ya Un cuento perfecto estaba escrita y dirigida por una mujer, igual que esta, y es lo que me atrajo de estos proyectos.
Creo que a la vez que está cambiando todo el mundo y las mujeres tienen puestos de poder, también está cambiando la industria. Toda la vida se ha visto la comedia romántica como un género menor, pero gracias a las mujeres eso está cambiando y se están haciendo otras cosas. Ahora la comedia romántica es mucho más acorde a la equidad de los personajes y me parece más interesante. Creo que está ganando mucho sitio como género. Al final es un género como otro cualquiera o incluso más duro, porque también implica tener cierta química entre los actores principales, mantener unos tiempos de comedia que sean interesantes, enganchar al espectador, hacer que todo sea creíble y mantener esa energía arriba.
Cuando haces drama, te permites soltarlo todo. Pero cuando haces comedia romántica con drama por debajo, al poner esa cortina de comedia todo el rato no te permite sacar tanto como te gustaría sus sentimientos como actor, y te acabas haciendo una bola enorme.
Lo que parece indudable es que la serie está generando expectación. ¿Eres de marcarte expectativas? ¿Cómo has afrontado este estreno?
Para nada soy de marcarme expectativas. De hecho, me pasó lo mismo con Un cuento perfecto, que no tenía ningún tipo de expectativa y luego fue la serie más vista de habla no inglesa en 2023. Y con esta igual. Creo que crearse expectativas es un arma de doble filo, así que no me centro en eso. Me centro mucho en el trabajo que hemos hecho y en cómo todos los departamentos han puesto su granito de arena para crear este producto tan sólido. No sé si me llena más la satisfacción o la confianza que tengo en la serie, pero como actor estoy satisfecho de lo que he hecho, como compañero también por todos los departamentos, y como espectador me quedo satisfecho viéndola porque me parece algo que no he visto antes, o una mezcla de muchas cosas que sí que he visto.
Cojo proyectos que exijan algo de mí mismo, y no sólo que me den números fáciles
Esta es tu séptima serie desde que empezaste en la profesión hace siete años. ¿Estás contento con cómo estás desarrollando tu carrera como actor?
Cuando empecé fue un poco por probar, porque no tenía nada que perder, y me tiré a la piscina con La otra mirada, que acabé allí de rebote. Una vez hice ese trabajo le cogí bastante respeto a la profesión. Me encantó y supe que esto era donde me quería quedar a vivir. En La Fortuna fue donde más tablas cogí, rompí la barrera del idioma y cogí confianza en mí mismo. He trabajado con compañeros de los que he aprendido muchísimo, y sigo aprendiendo y cada vez me lo tomo más en serio. Soy muy exigente, muy perfeccionista. Me gusta mucho trabajar bien y no cojo cualquier proyecto para hacerlo mal. Si no lo voy a hacer al 100%, no quiero hacerlo. Obviamente me he equivocado algunas veces, o no lo he hecho lo mejor que podía haberlo hecho, pero no por mí. Me intento dejar la piel y hacerlo lo mejor posible, y así quiero seguir.
Mi representante y yo hemos dicho que no a muchos proyectos que no nos encajan por ideales, o porque no nos representan, o porque no nos aportan nada nuevo. Me lo tomo con calma y cojo proyectos que exijan algo de mí mismo y no que me den números fáciles o que me aporten otras cosas más momentáneas en otro escaparate que no sea el de querer trabajar bien y ser un actor profesional. Estoy bastante orgulloso de la carrera que estamos haciendo. En esto juega mucho mi repre conmigo y me respeta, me escucha, me aconseja y creo que cogemos cosas que están bastante bien.
Cuando empezaste como actor, llegabas de un mundo como el de las redes sociales que levanta siempre muchos prejuicios. ¿Crees que por ello se te ha exigido más, o por el contrario el sector te lo ha puesto fácil?
Al principio hay intrusismo laboral, por así decirlo, y sí hay cierto prejuicio. Una vez entré en el mundo de la interpretación, me lo tomé en serio y recogí respeto, no me he vuelto a cruzar con nadie que me ponga en duda como actor. Creo que demuestro que estoy trabajando, soy profesional y que tengo un amor por la profesión. En ningún momento se me ha puesto ninguna etiqueta negativa por haber vivido antes de las redes sociales. También hay mucha gente del mundo de la interpretación que tiene redes sociales como un apoyo económico, o que se desenvuelve profesionalmente en el mundo de la publicidad.
La interpretación exige más de mí mismo que el mundo de las redes y es algo que me hace sentir mucho más satisfecho. Por eso las he dejado más de lado, sin dejarlas del todo porque sigo trabajando por ahí, pero mucho más enfocado en el mundo interpretativo.
Dices que eliges muy bien los proyectos que quieres hacer, que más encajan contigo y con tu carrera. ¿Cuál es tu siguiente paso, o cuál te gustaría que fuese?
Me sabe fatal como entrevistado siempre decir esto, pero es que es verdad que tengo proyectos próximos de los que no puedo decir mucho. Tengo uno pendiente de estreno, del que no puedo hablar. Y tengo pendiente trabajar este año en dos proyectos diferentes, pero tampoco puedo decir nada. Estoy muy contento.
Y por pedir, pediría dos cosas muy diferentes: una película mucho más comercial en la que hiciese un personaje de superhéroe, o algo de ciencia ficción muy movido; y por otro lado, una película mucho más indie, íntima... algo más pequeñito pero que me aporte mucho como actor, que me dé un viaje en lo personal. Creo que son dos extremos superopuestos, pero ahí está todo mi rango.
¿Es el cine esa cuenta pendiente?
Hablaba de películas, pero también pueden ser series. Aunque es verdad que hacer una película me gustaría bastante.