2024 siempre será el año en que Broncano dio la 'revuelta' definitiva a la TV junto a Motos

La competencia de 'La Revuelta' de David Broncano en La 1 de TVE y de 'El Hormiguero' de Pablo Motos en Antena 3 ha terminado de cambiar el horario estelar de la televisión. De cara al futuro, queda pensar si hay forma de que los espectadores puedan ver las principales ofertas nocturnas sin dormirse en el intento

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Desde el pasado lunes 9 de septiembre, día en el que La 1 de TVE estrenó La Revuelta de David Broncano tras pasar meses complicados y polémicos por la politización de su fichaje, la televisión no ha vuelto a ser la misma. Este inicio de temporada ha supuesto un cambio mucho más importante que el histórico cambio de liderazgo en el access en su competencia contra El Hormiguero.

El resultado de ese duelo estelar lo han determinado las audiencias que recopila Kantar Media, y que ha analizado la consultora Barlovento Comunicación: Broncano gana a Motos por la mínima. Tan por la mínima, que se confirma lo que desde el primer día analizamos en verTele: tras años de dominio incontestable de El Hormiguero, el access se abre a una nueva era de alternancia con dos gigantes capaces de reunir a 2 millones de espectadores cada noche.

El hito de La Revuelta es inédito, porque la lista de “cadáveres” que El Hormiguero ha dejado a su paso es enorme. Esta misma temporada, Babylon Show en Telecinco fue el último ejemplo de formato que intentaba competir con el espacio de Antena 3 sin poder sobrevivir más que unos días. El de La 1 de TVE directamente se ha situado líder, aunque no por ello ha quitado muchos espectadores al de Pablo Motos, que de hecho ha sido el programa más visto de la televisión en septiembre, noviembre y diciembre, a excepción de octubre.

Pero más allá de cómo se decanta esa batalla a favor de Broncano aunque sea por la mínima, su competencia ha cambiado la televisión por las estrategias de Antena 3 y RTVE.

Dos programas que marcan cómo va a ser la televisión del presente y futuro

La importancia de La Revuelta y El Hormiguero es tal que de ellos va a depender cómo se articula la televisión española en el presente y en el futuro cercano. Puede parecer exagerado, pero ya analizamos cómo ese nuevo access ha acabado prácticamente con el prime time, y lo ha convertido más bien en la primera parte del extinto late night. Algo que había comenzado el éxito de Pablo Motos desde hacía años, pero que ahora se ha exagerado por las estrategias de Antena 3 y RTVE para sacar buenos titulares de su competencia.

El impetuoso arranque de La Revuelta contó desde el primer momento con una ventaja, como ya explicamos incluso con un vídeo infográfico: al iniciarse a las 21:40, diez minutos antes que El Hormiguero, acumulaba una audiencia que el programa de Pablo Motos no lograba compensar pese a su trayectoria ascendente cada noche. Por eso acababa perdiendo siempre en la franja de competencia. Para mitigarlo, Antena 3 retrasó el final de su programa hasta las 23:15 horas, recibiendo el trasvase de los espectadores de Broncano cuando éste acababa sobre las 22:50, lo que le permitía acumular 'Minutos de oro' y el título de 'programa más visto'. Con el espacio de Motos asentado hasta esa hora tan tardía, el último movimiento estratégico en este sentido lo ha dado RTVE al retrasar también el final de La Revuelta para así impedir que El Hormiguero reciba el trasvase de espectadores. Un juego de ajedrez para reforzarse... y también para dañar al rival televisivo.

Como contamos recientemente, estas estrategias están afectando al espectador. En estos años en los que el consumo a la carta, las plataformas y los otros soportes ganan cada vez más terreno a la televisión tradicional, ésta busca a la desesperada formatos que le permitan liderar y reunir espectadores. Ya hemos llegado a un punto en el que las cadenas celebran por todo lo alto que uno de sus espacios lideren una noche cuando apenas tiene un 10% de media, o ni tan siquiera alcanza el millón de espectadores.

En esta dura realidad influye el éxito de La Revuelta y El Hormiguero. Es perfectamente normal, comprensible y respetable que las cadenas redoblen su apuesta por lo que más les funciona. Y Broncano y Motos, con 2 millones de espectadores diarios, se lo ganan. Pero al mismo tiempo, se acabó definitivamente la conciliación de horarios. Los formatos de prime time están empezando a las 23:30 horas, también los del resto de cadenas que se las apañan para “evitar” la competencia de los dos colosos troceando sus realities como Telecinco, o confiando en sus asentados programas de access sin muchas esperanzas en su prime time, como laSexta y Cuatro con El Intermedio y First Dates. La competencia de La Revuelta y El Hormiguero se lo come prácticamente todo, y daña especialmente a la otra “grande” que debería competir con ellos, Telecinco, que tiene su access en mínimos históricos.

A formatos como MasterChef siempre se les ha criticado por acabar tan tarde, y principalmente era porque sus galas duran mucho. Ahora, todo acaba tan tarde porque empieza más tarde. La final de Mask Singer 4 en Antena 3 terminó a la 1:19, la de Gran Hermano a las 2:11, la de MasterChef Celebrity a las 2:19... el verdadero prime time es el access ampliado que marcan Broncano y Motos.

¿Hay estrategias para hacer ver la tele y no dormir en el intento?

Antena 3 ya había encontrado a su gallina de los huevos de oro en El Hormiguero, y lleva años protegiéndola y convirtiéndola en su verdadera baza nocturna. RTVE la ha encontrado ahora con La Revuelta, y está haciendo lo mismo. Y su competencia y la lucha por el titular incluso ha ampliado el access dejando al prime time tiritando. Visto el éxito de ambos, ¿hay forma de ver la apuesta posterior de prime time sin dormirnos en el intento?

Quizás lo que tendríamos que empezar a pensar es en un estilo de programación adaptado al que durante tantos años ha habido en Estados Unidos, con un “doble prime time”. En el caso de España, la primera apuesta de unos 70 minutos sería lo que ahora llamamos access (que con su ampliación horaria ya excede los límites originales), y la segunda debería ser otro formato, sea ficción o programa, que también durase unos 70 minutos. Así la programación principal de la tele podría “acabarse” cada día sobre las 0:15 horas, en unos márgenes tardíos para el resto de Europa, pero reconocibles para nuestro país. De hecho, hasta daría espacio para recuperar la franja del late night.

En estos cuatro meses de temporada se ha podido ver puntualmente esa apuesta, y no ha salido mal: tras La Revuelta, La 1 de TVE ha emitido series con capítulos de una hora de duración como Las Abogadas y Detective Touré, que han dado resultado en audiencias y han permitido al espectador irse a la cama en torno a la medianoche habiendo visto dos ofertas de prime time. Su ejemplo ha demostrado que es posible... pero realmente no es lo buscado: las cadenas quieren el mejor dato y alargan sus contenidos hasta la madrugada, cuando su cuota se infla aunque sus espectadores bajen.

El principal problema del espectador todo este 2025, y aparentemente de cara al futuro, será ese: ver la tele, dormir en el intento, y recuperarlo cuando se pueda en las plataformas y servicios a la carta de las cadenas, algo que no beneficia la llamada al espectador para que “vuelva” a la televisión lineal. La posibilidad de que TVE y Antena 3 hagan apuestas más cortas para acompañar la emisión de La Revuelta y El Hormiguero está ahí, pero no parece que sea factible más que con capítulos de series, porque las peticiones de producción de programas siguen siendo que se alarguen dos y tres horas.

El duelo entre La Revuelta y El Hormiguero ha hecho y está haciendo que la televisión vuelva a vibrar y a concitar a millones de espectadores cada noche... aunque también ha dado una 'revuelta' definitiva al prime time imponiendo trasnochar para poder seguir las bazas nocturnas, o dormir y recuperarlas cuando se quiera –a la carta– fuera de la emisión tradicional televisiva.

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