Máxima de Holanda y su look para participar en un taller de cocina: dos piezas de cuadros y un bolso Gucci de hace 18 años

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Tres actos y dos ciudades diferentes. Tras pasar por Singapur y visitar Utrech, la agenda de la reina de Países Bajos viene fuerte esta semana, con varias citas en el mismo día. Las de este martes la han llevado a Ámsterdam y Amersfoort, donde ha protagonizado algunas anécdotas con sus pequeños acompañantes. Y es que Máxima de Holanda ha participado en un taller de cocina para niños. Un encuentro en el que ha destacado su dos piezas de cuadros, con un bolso Gucci de hace 18 años.

Ya no es una novedad el hecho de que las royals utilicen sus prendas una y otra vez y son varias ya las ocasiones en las que Máxima ha lucido este conjunto, firmado por Natan, su marca de cabecera. Es un dos piezas compuesto de pantalón ancho y blusa con manga globo, ambos de cuadros, pero en colores y tamaños diferentes. Una combinación de esas que solo ella sabe lucir y que ha combinado, como suele hacer, con complementos en marrón.

Pero de todos, el que sin duda más nos ha llamado la atención es el bolso, ya que se trata de un diseño de Gucci, pero que ya no está a la venta. Solo se puede encontrar en portales de segunda mano. El motivo es que es un modelo bastante antiguo de la línea Horsebit 1955, una de las más icónicas de la casa italiana.

La reina Máxima a su llegada al taller de cocina. (Gtres)

Máxima estrenó el suyo en 2006, cuando acudió, junto al entonces príncipe Guillermo Alejandro y sus dos hijas mayores, Amalia y Alexia, a los Juegos de Invierno en la ciudad italiana de Turín. Una ubicación que nos hacer suponer que la elección de moda italiana no es casualidad.

Fuera cual fuera el motivo, lo único cierto es que este bolso no se convirtió en uno de los favoritos de la entonces princesa heredera, a pesar de que tiene una extensa colección de lujo que sí luce a menudo. Se trata de un modelo alargado, de 36 centímetros de ancho, con cadena para el hombro y solapa con esa característica hebillas de la firma bien visible.

Y parece que no convenció del todo a la argentina, puesto que lo enterró en su armario y no lo hemos vuelto a ver hasta este mismo martes, 18 años después, combinándolo con ese dos piezas que conocemos tan bien.

La reina Máxima participando en un taller de cocina. (Gtres)

No ha faltado, además, una de esas 'marcas de la casa'. Y es que es raro el día en el que Máxima de Holanda apuesta por complementos discretos o pocos visibles. Para su agenda de hoy ha escogido unos enormes aros dorados efecto bambú, de los que podía presumir muy bien a pesar de llevar el pelo suelto y sin ningún adorno, ni tocado ni sombrero, atendiendo así al carácter más informal de esta cita.

Y es que, por muy protocolaria que hubiera sido, había mucho margen para la diversión, las anécdotas y la espontaneidad. Porque Máxima se ha rodeado de niños de quinto de primaria para participar en un taller de cocina en el que ha habido de todo.

Se trataba de una cita relacionada con el proyecto 'Más música en el aula', del que es patrocinadora principal y lo cierto es que, como siempre que se encuentra con los más pequeños, no ha decepcionado.

El taller en sí no presentaba demasiada dificultad, puesto que se trataba de elaboración de sándwiches, quizá lo más consumido por los neerlandeses en días laborables, pero no han faltado las bromas, incluso cuando la propia Máxima ha tenido que frenar a un niño para que no chupara la cuchara llena de mayonesa al terminar su bocadillo.

No es raro ver a la argentina reírse a carcajadas, muy alejada de esos estrictos y antiguos protocolos reales se van diluyendo poco a poco. Y este martes ha vuelto a hacer gala de esa espontaneidad y ese carácter distendido que conquistó desde un primer momento a los holandeses.

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