De Toledo a Madrid, pasando por Málaga: el rey de Holanda se instala de facto en España

Ayer a las 11:00 PM

Quizá si hacemos un repaso a su faceta más lúdica, no nos parecería extraño que en Países Bajos sea conocido como 'El rey de las vacaciones', incluso que haya una cuenta en X con este nombre y dedicada exclusivamente a este tema. Porque solo en el último mes, el rey de Holanda ha ido de Toledo a Madrid, pasando por Málaga, y no precisamente por trabajo. Unos movimientos que hacen pensar que se ha instalado de facto en España, al menos para los fines de semana.

Fue el último fin de semana de noviembre cuando viajó por primera vez este otoño a nuestro país. O mejor dicho, la primera vez que nos enterábamos de que había pasado unos días en España, ya que no descartamos que lo hiciera anteriormente, especialmente viendo la trayectoria reciente. Su destino para esa fecha, la localidad toledana de Polán, donde se sitúa la finca La Ventosilla.

Este enclave fue el escenario de la primera escapada exprés. Fue junto a su esposa, la reina Máxima, y también coincidió con los reyes belgas, Felipe y Matilde. En La Ventosilla, el monarca holandés participó en una cacería y disfrutó de la gastronomía de la zona.

No había pasado ni una semana cuando Guillermo de Orange volvía a pisar territorio español, esta vez mucho más al sur. La familia al completo visitaba la ciudad de Málaga coincidiendo con el cumpleaños de la heredera, Amalia. Reyes y princesas viajaron en un vuelo regular a la ciudad andaluza el viernes por la mañana, aprovechando que no tenían agenda al ser San Nicolás, una festividad que en Países Bajos se celebra a lo grande y por la prácticamente se paraliza toda la nación.

Y esta escapada familiar no estuvo exenta de polémica. Muy probablemente ni Guillermo ni Máxima esperaban que este viaje saliera a la luz, pero no contaban con dos situaciones. Por un lado, el hecho de que hubo varias personas que los vieron en el avión con destino Málaga, algo también imposible de evitar. Por otro y mucho más importante, la explosión de un edificio de La Haya que provocó la muerte de varias personas.

Quizá si no hubiera tenido lugar esta tragedia, el viaje al sur de España hubiera pasado más desapercibido, pero los reyes de Países Bajos no se presentaron en la zona cero de la explosión hasta el lunes por la mañana, a pesar de que había sucedido el sábado. Conocerse dónde estaban y que se generaran numerosas críticas fue todo uno, por lo que se habló más de ese fin de semana lúdico que de la tragedia en sí.

Eso sí, parece que, a pesar de la polémica, que además resucitó los fantasmas del mayor escándalo de su reinado, no se les quitaron las ganas de viajar fuera de Países Bajos. Porque no habían pasado ni unos días cuando, de nuevo aprovechando unos días libres, el rey de Holanda volvió a aterrizar en nuestro país, tal y como el portal 'Informalia' avanzaba el pasado domingo.

La información la recogía también este miércoles la revista '¡Hola!', con fotografías que confirmaban la presencia del monarca en España. Esta revista aseguraba, eso sí, que había viajado sin la compañía de su esposa, aunque sí se puede ver en las imágenes a sus dos hijas mayores.

El motivo de esta nueva escapada, la tercera en solo tres fines de semana, era celebrar el cumpleaños de uno de los herederos Baumbach, miembro de la familia propietaria de Boehringer Ingelheim, una poderosa farmacéutica internacional. Guillermo, Amalia y Alexia se alojaron en el Santo Mauro, donde estuvieron hasta el domingo por la mañana, cuando emprendieron la vuelta a casa.

Pero ellos no fueron los únicos que estuvieron en esta fiesta de cumpleaños tan exclusiva, ya que los reyes daneses, Federico y Mary, estuvieron entre sus invitados junto a su hija Isabella. Los tres, además, fueron vistos en el barrio de Salamanca, en plena Milla de Oro, donde visitaron algunas tiendas antes de poner rumbo, también el domingo a Copenhague, puesto que Mary tenía un compromiso oficial el domingo por la noche.

Lo curioso es que este año ha llamado la atención la fecha tan temprana que Guillermo y Máxima eligieron para hacer el tradicional posado navideño, que suele significar que cierran agenda y ya no tienen más apariciones públicas hasta después del año nuevo.

Esta vez, lo hicieron a finales de noviembre, justo antes de esa primera escapada a nuestro país para participar una cacería, y parece que teniendo ya entonces muy claros sus planes para los siguientes fines de semana, entre Toledo, Málaga y Madrid. Destinos y viajes que les impedían posar para los medios este mes de diciembre.